24/09/2002 - El principal apoyo del cine francés celebrará mañana un consejo de administración del que saldrá una amplia reorganización y un programa de venta de filiales para reducir la deuda

Crucial será el consejo de administración que mañana celebra Vivendi Universal, en París. El principal patrocinador del cine francés –a través de su filial Canal+ - está en el punto de mira: enfrentado a una deuda de 19 mil millones de euros y a problemas de liquidez a corto plazo, VU presentará, según algunas fuentes, un plan estratégico que consolide su desarrollo en los medios. Tras haber evitado una suspensión de pagos, Jean-René Fourtou, nombrado sustituto de Jean-Marie Messier como cabeza del grupo el pasado 3 de julio, hará modificaciones al calendario de venta de filiales prometido a los bancos: 10 mil millones de euros en 18 meses, de los cuales 5 en los primeros nueve.
Vivendi Universal vendió ya, el verano pasado, su sociedad emblemática de prensa general, su portal de Internet y la empresa de decodificadores de Canal+, todo por un total de 700 millones de euros. Estaría ahora cerrando negociaciones con News Corporation de Rupert Murdoch para traspasar la filial italiana Telepiù. Además, Jean-René Fourtou querría deshacerse también de su departamento editorial Vivendi Universal Publishing (VUP), con excepción del sector de videojuegos. En Francia VU ha decidido concentrarse en Canal+ antes de que la empresa cotice nuevamente en bolsa en 2003. El nuevo Canal+ comprenderá la televisión codificada, el paquete televisivo Canal Satélite, el editor Multimathématiques y la productora StudioCanal. En Estados Unidos, Jean-René Fourtou ha decidido conservar Vivendi Universal Publishing (VUE), que incluye los estudios Universal y los canales de televisión USA Networks. De acuerdo con el diario “Wall Street Journal”, las cláusulas del contrato harían en todo caso muy difícil la venta de estos activos estadounidenses. Opinión que no comparte el director de VUE, Barry Diller, quien preferiría reconquistar la independencia. Un desacuerdo que augura un consejo de administración bastante animado en el que no faltarán los golpes de efecto.

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(Traducción del francés)