Los estadounidenses adoran el cine francés
por Fabien Lemercier
La popularidad de las películas francesas no deja de aumentar entre los distribuidores estadounidenses. Los festivales de Venecia y Toronto confirman la tendencia. En Venecia, Paramount Classics ha comprado los derechos de la película de Patrice Leconte, L´homme du train, presentada a concurso y vendida por Pathé International. En Toronto, la pareja Juliette Binoche, Jean Reno en Décalage horaire (Huso horario), dirigida por Danièle Thompson, ha dado lugar a una fuerte competencia entre los distintos distribuidores estadounidenses, de la que ha salido triunfante Miramax, que ha comprado la película a StudioCanal. El mercado del festival canadiense ha servido también para vender la película de Jean-Pierre Limosin, Novo, adquirida por IFC Films, y de Irreversible, de Gaspard Noé, adquirida por Lions Gate.
Estas ventas son sólo una demostración más de la escalada del cine francés en Norteamérica: la película de Yvan Attal, Mi mujer es una actriz, con Charlotte Gainsbourg en el papel principal, está obteniendo un éxito extraordinario en las pantallas estadounidenses, y la programación de los próximos meses en Estados Unidos contempla el estreno de unas quince películas francesas.
(Traducción del francés)
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