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PELÍCULAS / CRÍTICAS

L'Enfant

por 

- "No hay nada como el malentendido, hay malentendedores". (Pierre Rey, Une saison chez Laca)

L’Enfant [+lee también:
tráiler
entrevista: Luc & Jean-Pierre Dardenne
ficha de la película
]
sigue con un tema explorado por Jean-Pierre y Luc Dardenne, Falsh, su primer largometraje; el momento en el que la humanidad finaliza y la inhumanidad da comienzo. ¿ En qué se differencia cada uno? ¿Qué sucede cuando vives fuera de los parámetros que ha puesto la sociedad para asegurar que los ciudadanos no sobrepasen los límites de lo honrado?

Bruno (Jérémie Renier) es un joven que vive en un mundo que está fuera de las reglas y ética, un mundo donde todas las cosas son más o menos iguales y donde, el cree que todo tiene un precio. Vive con su novia, Sonia (Deborah François), en un estado precario, arriesgado y moderno. No obstante, si bien Sonia mira la propuesta de maternidad con confianza y ternura, Bruno, el chico en un cuerpo de hombre, ni siente ni pretende sentir la responsabilidad hacia su hijo, Jimmy. Su teléfono móvil es la clave para asegurar su supervivencia diaria como ladrón mezquino y camello. Poner a Jimmy en venta, el bebé, parece tener sentido. Muchas se parejas mueren por adoptar. ¿Quién necesita un proceso oficial? "¿Por qué pones esa cara ? Haremos algo, parecido..." dice Bruno a Sonia, sin pensar (sólo hablar) cuando ella empieza a inquietarse por la desaparición del bebé Jimmy. "¿Dónde está?", se pregunta Sonia, sólo para recibir la respuesta de Bruno: " No tengo ni idea, se terminó, pasemos a algo nuevo".
Las cosas luego van rápidamente cuesta abajo para Bruno. La crisis comienza. La tensión es palpable. Bruno pierde el amor de Sonia, quien no tiene la intención de abandonar a su hijo. Entonces es cuando empiezan las dificultades para Bruno. El rechazo de Sonia, el recuerdo de su amor por ella, la soledad moral y física están empezando a hacer mella en él. ¿ Le hará recuperar a su híjo, recuperar el amor de Sonia ? (momento clave en la película, que sucede en la secuencia en que Bruno decide salvar a Steve de morir ahogado en el río Mouse). No te daremos el final. Te dejaremos descubrirlo por tí mismo.

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Como las anteriores obras de los Dardenne, L’Enfant es una película fascinante, pero que usa el punto de vista del director y muchos más grandes planos que Rosetta, que nos envolvió en el deseo de una persona de sobrevivir pase lo que pase, legitimada la presencia de una joven mujer privada de afecto y para la cual el trabajo –obtenido a cualquier precio- es la única salvación. De esta manera los planos desde atrás de Rosetta sugieren el aislamiento emocional y de una persona que a ciegas tropieza con lo que tiene delante. Lo mismo podría ser dicho de Le Fils, donde los primeros planos comienzan en medio de los eventos, dirigidos desde detrás del cuello de Olivier Gourmet, que está molido por sus deseos contradictorios de dejar que las cosas pasen o recurrir a la venganza. En L’Enfant, la actitud despreocupada de Bruno –chico guay- crea un plano más flexible en el cual se va deteriorando. Su manera de vivir en el mundo, esquivando todo tipo de responsabilidad, incluyendo la de padre (sin manual de instrucciones, a la diferencia de los teléfonos móviles). Un rol menos enredado de lo que podía haber imaginado, y del cual le faltarán realidad y simbolismo que permitan su comprensión. Está más por delante que en sus previos títulos en su deseo de mostrar cuerpos, gestos y comportamientos propios del homo sapiens. Cine físico que por lo tanto no llega a lo abstracto : los personajes de los Dardenne son la palabra hecha carne.

El final destacable viene con una fuerte emoción de una película bendecida con el ritmo veloz de un thriller. ¿ Un thriller, dijiste? ¿ Porqué no ? L’Enfant no es una ilustración del estado de la juventud de hoy, marginalizada por la sociedad consumidora que le da forma. L’Enfant quiere más que sermonear. Los Dardenne han producido una película de ficción a modo de documental, un título que impulsa y previene al gobierno sobre un cierto estado en el que se encuentra el mundo (para parodiar a Godard, 95 veces y 24 imágenes más por segundo), una guía sobre la raza humana de hoy.
Por miedo a olvidar, Jérémie Renier y Déborah François reciben su papel con un cuidado minucioso, una de las cualidades de una película que recibió la Palma de Oro en el pasado Festival de Cannes.

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