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3. Un porvenir incierto

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Nombrado el 3 de julio para encabezar el grupo a la deriva, el ex administrador delegado de Aventis, Jean-René Fourtou, hereda una situación indudablemente espinosa.
Los bancos le conceden un primer préstamo por 3 mil millones de euros para enfrentar la crisis de liquidez y llevar a cabo un programa de venta de activos que resane las finanzas de VU. Corren hipótesis por todas las filiales y el importante papel que desempeña Canal+ en el ámbito del cine francés hace que suban las tensiones. En julio, la presagiada venta de StudioCanal ocasiona una reacción por parte de la Unión de Productores y de la Asociación de Autores, Directores y Productores (ARP) que temen que los estadounidenses compren el rico catálogo de películas de Canal+.
Finalmente, en pleno verano Jean-René Fourtou decide conservar Canal+ y su filial StudioCanal como parte de Vivendi Universal. Ha sido necesario esperar hasta el Consejo de Administración del 25 de septiembre para conocer con más detalle la estrategia del grupo, que ha decidido confirmar su interés en las áreas de entretenimiento, medios y telecomunicación.
Jean René-Fourtou ha anunciado un amplio programa de venta de activos: 12 mil millones de euros en 18 meses, de los cuales 5 mil millones antes de finalizar marzo de 2003. Sin embargo, no está muy claro cómo se llevará a cabo, salvo en lo que se refiere a la venta casi cerrada del núcleo de prensa general, del portal de Internet Vizzavi, del sector tecnológico de los decodificadores Canal Plus Technologies y de la filial italiana de Canal+, Telepiù, vendida por mil millones de euros a Rupert Murdoch (a menos que haya cambios de último momento).
Muchas otras empresas del grupo correrán la misma suerte, como AlloCiné, otras filiales de Canal+ en el extranjero y el 39 por ciento de UGC, líder europeo en salas cinematográficas, propiedad de Canal+.
Por lo demás, todas las hipótesis permanecen abiertas y la decisión es delicada: el Estado francés considera que Vivendi Environnement es un recurso estratégico vital, el polo de telecomunicación atrae a los compradores pero sigue siendo el sector más rentable del grupo y el mundo de la cultura está dispuesto a levantarse en armas para conservar Canal+. Los analistas ven por el momento una solución: separarse de VUE, que reagrupa las actividades en Estados Unidos de cine, televisión y parques temáticos del grupo. Algunos dicen que habrá acercamiento entre Universal Studios y Dreamworks. Pero por ahora todo está parado, además de que ciertas cláusulas, muy costosas en caso de venta de activos, unen a Vivendi Universal con su filial VUE. Barry Diller ganaría una fortuna de hacerse la operación y no parece que Jean-René Fourtou esté dispuesto a ceder a los rumores que describen a la nueva administración de VU como un equipo inexperto en el campo del entretenimiento.
Por otra parte, en la cúpula del grupo parece haberse iniciado una partida de póquer que presagia novedades imprevistas en los próximos meses. ¿Es inexorable que el gigante Vivendi Universal reduzca su tamaño o podrá capear el temporal y partir hacia nuevas aventuras? Hoy no es posible hacer ningún tipo de pronóstico.

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