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CANNES 2022 Quincena de los Realizadores

Crítica: Entre las higueras

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- CANNES 2022: El nuevo largometraje de Erige Sehiri hace gala de toques de Éric Rohmer al mostrar a mujeres tunecinas trabajando y flirteando en una huerta

Crítica: Entre las higueras
Fidé Fdhili en Entre las higueras

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trata de las verdades de las que solamente hablamos cuando nadie nos ve: los secretos que guardamos, las historias que contamos y los amores que podrían ser nuestro fin. En la literatura, un higo es a menudo una metáfora sexual que indica que se avecinan turbulencias. La segunda película de Erige Sehiri es la historia de la sororidad, de la lucha contra el patriarcado y el conflicto generacional, y todo ello contado desde los terrenos de una hermosa huerta tunecina. Esta localización nos trae recuerdos del ya desaparecido Éric Rohmer, un excelso director que fue todo un maestro en este tipo de ficción, según la cual un entorno hermoso contrasta de maravilla con la arraigada agitación emocional que se hace patente en los pequeños gestos. Nadie monta una escena, pero las miradas de soslayo, las interacciones e incluso la forma de llevar los pañuelos en la cabeza dicen mucho en esta película que se estrena en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes.

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La directora se inició en la realización con su galardonado documental Railway Men [+lee también:
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. En su primer largometraje de ficción, opta por las tomas cámara en mano y por los primeros planos para conferir a la película una sensibilidad naturalista y con reminiscencias de documental. En este caso echa un vistazo furtivo a las relaciones de género y de patriarcado a través de la forma en que sus personajes coquetean en el lugar de trabajo.

La película funciona especialmente bien cuando es indirecta. Comienza de forma inmejorable: el entorno agrícola sugiere que se trata de personas que se han quedado ancladas en el pasado. Las chicas esperan juntas por su jefe, lo que demuestra hasta qué punto siguen imperando aquí las normas de género. Cuando llega el jefe, se hacinan como sardinas en lata en el autobús sin ningún derecho que las proteja.

Sehiri observa la vida de manera inteligente. Aunque sus mujeres parecen ser progresistas, liberales y estar llenas de libertad cuando hablan y coquetean con sus compañeros, también están constreñidas por las viejas ideas románticas que ahondan en las normas de género. Un claro ejemplo de esto es Sana (Ameni Fdhili), que bebe los vientos por Firas (Firas Amri) aunque desearía que este fuera más conservador. Otra trabajadora ha de enfrentarse a la llegada de un antiguo amor. Se trata de una película que capta perfectamente cómo las ideas de culpa y vergüenza crean secretos y mentiras. En general evita el didactismo, aunque en la escena central de la película una joven se quita ceremonialmente el velo en el momento de hablar de quienes fingen ser vírgenes.

El reparto de actores no profesionales es digno de admiración. Las mujeres mayores clasifican los higos en cestas a un lado. Están marginadas por los jóvenes de esta sociedad, pero siguen desempeñando un papel importante en la comunidad. Igualmente, las conversaciones que mantienen versan sobre los hombres que se escaparon, y cuentan estas historias mientras se divierten y se asombran al comprobar hasta qué punto las historias del corazón no parecen cambiar con el tiempo.

A veces los rápidos movimientos de la cámara entre los personajes dificultan el enfoque. Esto en ocasiones puede dificultar el seguimiento de todas las idas y venidas, pero apenas tiene importancia, ya que Sehiri se las arregla para subrayar el sentido de sororidad y la importancia de la misma, especialmente en un mundo patriarcal donde estas chicas deben provocar un cambio si quieren poder progresar. Y ese cambio no requiere un acto grande, violento y revolucionario, sino simplemente crear un poco más de honestidad (y una aceptación de la misma) sobre quiénes son y qué hacen bajo las higueras.

Entre las higueras es una coproducción entre Túnez, Francia y Suiza, a cargo de Henia Production, Maneki Films, Akka Films e IGC (In Good Company Films). Sus ventas internacionales están en manos de Luxbox.

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(Traducción del inglés por Marcos Randulfe)

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