20/05/2022 - CANNES 2022: Mathieu Vadepied lleva a Omar Sy a las trincheras de la I Guerra Mundial, en el papel de un padre intentando por todas las vías posibles sacar a su hijo de las filas de Senegal

Omar Sy en Padre y soldado

“Pase lo que pase, no nos vamos a separar”. ¿De qué valen esas palabras cuando tienes que arrojarte bajo la metralla en una tierra de nadie que no deja de atiborrarse de muertos bajo el fuego aleatorio de los cañones? ¿De qué vale esta promesa de un padre a su hijo cuando están atrapados en la locura de la guerra que los ha sorprendido en 1917 en lo más profundo de su Senegal natal? Mathieu Vadepied abre con Padre y soldado [+lee también:
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ficha de la película] el programa Un Certain Regard del 75º Festival de Cannes, donde revisita desde una perspectiva diferente y durante otro conflicto mundial, el tema de los africanos de las colonias incorporados al ejército francés que ya trató Indigènes [+lee también:
crítica
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entrevista: Jean Bréhat
entrevista: Rachid Bouchareb
ficha de la película] en 2006.

“Saldremos de esta”. Bakary Diallo (Omar Sy sobrio e impecable) fracasa por segunda vez al intentar rescatar a su hijo de las garras de la incorporación forzosa a las tropas francesas, que atrapan a los jóvenes en los pueblos de los confines de las tierras coloniales para servir como carne de cañón en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Falla al intentar ocultarlo, así que Bakary se registra con una identidad falsa, escondiendo su vínculo familiar con Thierno (Alassane Diong) y, antes de que los nuevos soldados embarquen para Francia, un escape fallido envía al padre y al hijo directamente al hoyo, en una jaula premonitoria bajo tierra.

Una vez en el frente, cerca de una colina que franceses y alemanes no dejan de recuperar siguiendo las decisiones de sus respectivos estados mayores y pagando el precio de incontables pérdidas humanas, Bakary (que solo habla fulani) sigue trazando un plan para fugarse. Pero Thierno (que aprendió francés en “la escuela de los blancos”) cae bajo la influencia del teniente Chambreau (Jonas Bloquet), que apunta a una hazaña militar para atraer la atención de su padre general. Thierno, que ha ascendido, debe dar órdenes a Bakary. Además, siente que se ha convertido en un hombre, no quiere escuchar a su padre y poco a poco da la espalda a su cultura de origen. Ahora, ¿quién protege a quién? ¿Hasta dónde llegará Bakary para salvar a Thierno contra su voluntad?

“Más rápido. Más rápido”. El guion escrito por Mathieu Vadepied y Olivier Demangel avanza a paso firme, girando en torno a dos personajes principales y dos secundarios descritos de manera superficial. Padre y soldado, una película con un mensaje sobre el sacrificio (de un padre por su hijo, de los africanos por Francia), no se detiene en los matices, ya que da prioridad a una eficacia narrativa y visual que otorga un lugar privilegiado a Omar Sy. El largometraje, bastante respetable, ocupa un lugar sorprendente (hubiera funcionado mejor fuera de competición) en la sección Un Certain Regard, cuya línea artística es a priori más exigente. Proyectarla como película de apertura significa un mensaje por parte del Festival de Cannes: por un lado, a la memoria de los africanos caídos por Francia y por otro, un homenaje a la celebridad mundial contemporánea en la que se ha convertido Omar Sy.

Padre y soldado ha sido producida por Unité y Korokoro, y coproducida por Gaumont (que también gestiona las ventas internacionales), France 3 Cinéma, Mille Soleils y la compañía senegalesa Sypossible Africa.

(Traducción del francés)

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Mathieu Vadepied, Omar Sy, Alassane Diong
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