23/03/2022 - El hijo de Vivienne Westwood y Malcolm McLaren intenta con valentía explorar y resolver las contradicciones de un movimiento fácilmente malentendido y mercantilizado

Después de empezar con un tono bastante confuso, con una secuencia de material de archivo y voz en off que explica de una manera muy rápida el caso judicial que marcó la ruptura entre Malcolm McLaren y la banda que lideraba, los Sex Pistols, Wake Up Punk, de Nigel Askew, sigue pintando un retrato a menudo agotador e incómodo, pero en última instancia atractivo, no tanto de la era punk, sino de sus hijos y sus esfuerzos por salvaguardar el legado del movimiento. De hecho, los padres de Joe Corré no son otros que Vivienne Westwood y Malcolm McLaren, dos figuras claves del movimiento punk: él era el cerebro, cuyo principio general podría resumirse en “incomodar al mayor número de personas posible”, y ella era la diseñadora, que le dio al punk su aspecto, ayudó a difundirlo y, como consecuencia, ya sea intencionadamente o no, a comercializarlo. La película se ha estrenado recientemente el Festival de Glasgow.

Entrevistas casuales con Westwood y otras figuras del punk ayudan a dar una breve explicación sobre cómo surgió el punk, un enfoque curiosamente convencional para tratarse de un movimiento basado en la alteración y cuya génesis llevaba consigo la semilla de su propia destrucción. Es difícil imaginar que McLaren, tan valiente como inteligente, no confiara en la permanencia del punk. La inclusión de escenas dickensianas dramatizadas con actores jóvenes que interpretan a niños pobres bajo el mando de una figura parecida a Fagin se convierte en una interrupción tediosa y no funciona como metáfora de ningún tema explorado en la cinta.

Más atractivos son los intentos de la película por luchar contra las contradicciones de los últimos años del punk. Escenas grabadas en 2016 muestran la mercantilización de esta cultura antisistema durante décadas y su apoteosis ese año, donde podías conseguir una tarjeta de crédito con iconografía punk. Aunque la película apenas podría definirse como imparcial en cuanto al destino del movimiento, toma la decisión admirable y pertinente de resaltar los contra argumentos de personas que parecen aprovecharse del legado del punk. Esto conduce a una mirada estresante pero comprometida, como diciendo a los hipócritas de los verdaderos punks que a veces es una cuestión de perspectiva.

La última parte, centrada en la decisión de Corré de quemar millones de libras procedentes de recuerdos del punk, ayuda a aclarar las cosas, ya que sugiere optar por lentes todavía más grandes para observar el punk: concretamente, una que mira más allá del propio punk. En una rueda de prensa, a Corré le preguntaron por qué no donaba esos valiosos recuerdos a la caridad, y él dijo que el gobierno de Reino Unido se apoya demasiado en las organizaciones benéficas para proporcionar servicios sociales que debería ofrecer por sí mismo. En la quema, escenificada en una embarcación en el Támesis, Corré convierte el evento en una oportunidad para hacer un llamamiento sobre el cambio climático y las grandes corporaciones responsables de ello. Después, las cenizas son convertidas en obras de arte y exhibidas en una galería de Londres, donde son valoradas en unos 6 millones de libras, cuyas ganancias se destinarán a la caridad. El caso es que cualquier cosa puede ser mercantilizada y vendida (incluso las cenizas o un planeta en llamas). Incluso el punk.

El gesto de Corré de liberar el punk desde su iconografía y leyenda comercializables, tanto de forma literal como metafórica, nos ofrece una mirada moderna al trabajo de su padre y sus métodos. Esto sugiere que su rebelión fue, al menos en sus mejores días, y al menos al principio, no un rechazo infantil hacia las normas y lo establecido, sino una lucha constante para escapar de los poderes de mercantilización generalizados, y una búsqueda de algo mejor, más grande y brillante que el dinero.

Wake Up Punk fue producida por Know Future Ltd (Reino Unido). Republic Film Distribution la estrenará en Reino Unido.

(Traducción del inglés)