13/02/2022 - BERLINALE 2022: El trabajo colectivo de diez directores anónimos de Myanmar retrata el año de dictadura militar bajo el que el país ha estado

Durante un año ya, las gentes de Myanmar han estado viviendo bajo una brutal dictadura militar. Algunos de los espectadores recordarán el golpe de cuando pasó, pero entretanto ha dejado de ocupar titulares y esta es precisamente la razón por la que el trabajo de la pareja de cineastas holandeses formada por Corinne van Egeraat y Petr Lom es tan importante. Vivieron en Myanmar durante cuatro años y el año pasado fueron los productores creativos de dos cortos: Sad Film y Letter to San Zaw Htway, acreditados como trabajos anónimos o colectivos, que se estrenaron en Venecia y IDFA respectivamente.

Ahora, en la sección Panorama de la Berlinale se estrena Myanmar Diaries [+lee también:
tráiler
ficha de la película], una película de 70 minutos hecha por 10 cineastas birmanos bajo el pseudónimo The Myanmar Film Collective. A diferencia de Inside the Red Brick Wall, ganadora del premio al Mejor Montaje en IDFA en 2020, filmada durante las protestas en Hong Kong y presentando un solo evento, Myanmar Diaries es un collage de cortos documentales y de ficción que ofrecen un relato integral del golpe y la resistencia.

Abre con un video acrobático surrealista de una chica que capturó el principio del golpe accidentalmente, que es conocido en YouTube, y entre sus segmentos documentales figura metraje de una represión brutal. En una escena demoledora, oímos a una niña llamar a gritos a su madre mientras un grupo de soldados intenta entrar en la casa para llevársela. En una grabación en primera persona al estilo de un thriller, un hombre en su balcón dice a los soldados que intentan irrumpir en la casa que irá voluntariamente. En una de las piezas más destacadas, una mujer de unos sesenta años se enfrenta literalmente al poder con la verdad, protestando a soldados en sus vehículos alineados por el asesinato a sangre fría de una chica. En un ensayo autobiográfico visualmente impactante, una joven tiene la suerte de llegar hasta Bangkok, pero se siente culpable por haber dejado atrás a amigos y familia.

Los segmentos de ficción a veces son poéticos o alegóricos, pero siempre son dolorosamente directos. Un padre sigue yendo al trabajo a pesar de la huelga, temiendo qué aguarde el futuro para su hijo, que es rechazado por sus amigos porque consideran a su padre un traidor al Movimiento por la Desobediencia Civil, que lidera las protestas. En un corto de terror, un fantasma visita a un hombre y se sienta en su pecho mientras él se duerme viendo la televisión. Un hombre reza por su mujer asesinada antes de suicidarse. Una chica intenta decidir si contarle a su novio que está embarazada, mientras él se prepara para fugarse a la jungla y unirse a la creciente resistencia.

En la jungla es donde el film termina, con las palabras: “¿podéis oírnos?” apunta a la esperanza, pero es también un grito de socorro. Es potente, no solo políticamente, sino también artísticamente: a pesar de la baja resolución de los segmentos, están conectados con admirable consistencia y tienen una cronología bien construida y una dinámica que captura y conmueve genuinamente al espectador, y a veces también lo deja atónito. La simplicidad narrativa de algunas de las piezas de ficción contribuye a hacerlas más potentes, y las partes documentales, a menudo reproducciones de streams en Facebook Live creados en un intento de dar exposición a la historia, poseen una energía cruda llena de desesperación, enfado y protesta.

Si las noticias no quieren mostrar a Myanmar, el cine lo hará, y tiene el poder de trascender números e historia pura para generar empatía y despertar la humanidad de las audiencias adormecidas por redes convencionales y sociales.

Myanmar Diaries es una coproducción entre ZIN Documentary en Países Bajos, Ten Thousand Images en Noruega y The Myanmar Film Collective. Ventas internacionales de mano de Autlook Filmsales.

(Traducción del inglés por Angélica Ramos)