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BLACK NIGHTS 2021 Competición Óperas primas

Crítica: Occupation

por 

- En el debut de Michal Nohejl, ambientado tras la invasión del Pacto de Varsovia, un grupo de teatro de Praga que se emborracha después de un espectáculo recibe una amenazante visita de un soldado ruso

Crítica: Occupation
(i-d): Aleksey Gorbunov, Otakar Brousek, Martin Pechlát y Antonie Formanová en Occupation

Cuando vemos una película sobre el mundo del teatro (o simplemente una obra clásica), normalmente asistimos a un efecto de duplicación o mise en abyme. ¿Por qué limitarse a hacer una obra de teatro, cuando puedes tener una obra dentro de otra obra y añadir caprichosas complicaciones metateatrales? Además, sabemos que a los actores profesionales les gusta llevarse el trabajo a casa, donde su vida entre bastidores adquiere características de la propia obra. Occupation [+lee también:
tráiler
entrevista: Michal Nohejl
ficha de la película
]
, la ópera prima del cineasta checo Michal Nohejl, supone un nuevo acercamiento a estas ideas recurrentes, interpretadas con gusto, aunque tal vez demasiado maduradas, mientras presenta una aguda alegoría política sobre la época de la Guerra Fría. La película tuvo su estreno internacional en el Festival Black Nights de Tallin, como parte de la competición de óperas primas, tras estrenarse en agosto en las salas de cine checas.

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Aunque se esfuerza por mantener una escrupulosa precisión histórica, Occupation transmite la sensación de estar atrapada en su propia ambientación de época, como un opulento ataúd de terciopelo, pero sus reflexiones sobre la lealtad y la propaganda no resuenan con la situación política actual, y su revisión de las tensiones que marcaron la Primavera de Praga tampoco aporta nada nuevo a nuestra comprensión del tema. Sin embargo, Nohejl y sus coguionistas Vojtech Masek y Marek Sindelka consiguen un tono cínico e irónico que recuerda a las películas de la Nueva Ola Checoslovaca, así como a la película de Lubitsch Ser o no ser, en la que los actores de Varsovia, hartos de interpretar y fingir, deben hacer frente a las fuerzas de ocupación.

Comenzamos con los actores terminando una obra propagandística que dramatiza la vida del periodista checo y miembro de la resistencia Julius Fučik. Vemos a Vladimir (Cyril Dobrý), el actor que lo interpreta, en una postura que recuerda a La Piedad, mientras es torturado por oficiales nazis. El director de la obra, Jindrich (Martin Pechlát), el productor Reditel (Otakar Brousek) y todos los demás actores (uno de los cuales no se quita su uniforme de las SS) se retiran a la desierta y vagamente iluminada taberna del teatro cuando termina la función. Allí intercambian opiniones sobre la tensa atmósfera cultural en medio de la ocupación y beben muchas pintas de cerveza. En ese momento, se suma a la reunión un soldado ruso claramente afectado por el trastorno por estrés postraumático (Aleksey Gorbunov), que comienza intentando venderles gasolina a los actores, y luego procede a hacer insinuaciones inapropiadas a una joven compañera: Milada (Antonie Formanová), la sobrina nieta de Fučik, que ha venido a entrevistar a Jindrich, en su día un director de teatro radical (y que todavía siente más simpatía por los alemanes que sus compañeros).

Reforzando el hecho de que la situación se está convirtiendo en otra tensa obra de cámara, el soldado lleva un fusil de asalto, y ya sabemos lo que ocurre cuando estos elementos se introducen en el primer acto. El soldado acaba convirtiéndose en una amenaza mortal para la gente del teatro, y entre ellos se desarrolla un evidente drama alegórico de colaboración y resistencia, en el que un miembro del reparto se encuentra en una posición que evoca el destino de Fučik. El peligro se vuelve tan exagerado que resulta poco realista ver a estos recatados actores actuar como si estuvieran en una película bélica de gran presupuesto. No obstante, una clase de autodesprecio particularmente checo acaba abriéndose paso: “No somos más que mierda en la suela del zapato de la historia”, dice un personaje hacia el final, y la película de Nohejl empieza a remover el patetismo que prometía al principio.

Occupation es una producción de la checa Unit+ Sofa.

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(Traducción del inglés)

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