08/09/2021 - VENECIA 2021: La directora de cásting Antoinette Boulat firma un primer largometraje como directora conmovedor, paradójico, desigual e insólito a rebufo de Lou Lampros, una carismática revelación

“Las personas que han perdido a alguien recientemente tienen una mirada particular, que quizás sólo es reconocible para quienes la han experimentado en su propia cara. Yo la vi en la mía y ahora la veo en los demás. Es una mirada de extrema vulnerabilidad, desnudez, apertura”. La afamada directora de casting francesa Antoinette Boulat abre su primer largometraje como directora, Ma nuit [+lee también:
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entrevista: Antoinette Boulat
ficha de la película], con esta cita de El año del pensamiento mágico de la novelista estadounidense Joan Didion, que “marca la pauta” de una película atmosférica muy extraña, estrenada en el programa Orizzonti de la 78ª Mostra de Venecia.

Pues ese estado flotante tan particular provocado por el duelo, esa sensación de vacío intensa en la que resuenan las emociones profundamente reprimidas y que altera la precepción del mundo que nos rodea y las relaciones humanas, sirve de hilo conductor al vagabundeo de una mujer muy joven (la revelación Lou Lampros) en un París nocturno en el límite entre el sueño y la pesadilla. Una errancia cargada de malos presentimientos que transmite el profundo miedo al futuro de una generación joven ociosa, desorientada y febril (“¿La eternidad? ¿Con qué llenarla?”), tentada por el mareo y la fuga, “a la vez feliz y triste casi por las mismas razones”. Pero, como un ángel guardián que surge en el corazón de las tinieblas del desierto urbano, se abre un canal, un encuentro, un cambio, una brecha hacia la libertad y hacia otro mundo, del amor quizás…  

Hace cinco años, la muerte de su hermana mayor causó la partida de su padre y la “locura” de su madre, y Marion “se las arregla”. Pero a los 18 años, es una mochila invisible muy pesada de llevar (“te decimos que todo será maravilloso, pero una llamada telefónica… Yo ni siquiera sé con qué se puede soñar”). Solitaria entre sus amigas, con quienes recorre las calles de París y se desahoga en una fiesta salvaje, se escabulle a altas horas de la noche para volver a su casa. En las calles desiertas de la capital, aparece en su camino Alex (el israelí Tom Mercier, protagonista de Sinónimos [+lee también:
crítica
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entrevista: Nadav Lapid
ficha de la película]). Comienza un extraño baile en pareja, alimentado por dudas y conversaciones que recorren el asfalto y el ambiente único, a veces peligroso, de la noche parisina.

Ma nuit, grabada en un formato 1.37:1 que acentúa el aislamiento de los personajes, es una película atípica, que ambiciona captar y reconstruir un territorio psicológico y geográfico inestable y paradójico. Un objetivo que se concreta en su segunda parte (en torno a su encantadora pareja de intérpretes principales) después de una fase de exposición diversificada pero muy desigual en su retrato más “banal” de la juventud actual. Se requiere una cierta paciencia para pasar al otro lado del espejo y dejarse seducir por el singular lenguaje cinematográfico de la cineasta.  

Ma nuit ha sido producida por Macassar Productions, Sombrero Films, Prod Lab y la belga Films du Fleuve, y coproducida por Wheelhouse Productions, Thornhill Films y Arte/Cofinova. Cercamon gestiona las ventas internacionales.

(Traducción del francés)