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KARLOVY VARY 2021 Competición

Crítica:

por 

- En su última película, Dietrich Brüggemann explora las dinámicas y los valores en las relaciones de una pareja moderna y su unidad familiar

Crítica: Nö

Seis años después de Heil [+lee también:
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, que compitió con el Globo de Cristal, Dietrich Brüggemann regresa a Karlovy Vary con su último trabajo,  [+lee también:
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, que se estrena internacionalmente en la competición principal del festival tras su estreno mundial en el Festival de Cine de Múnich hace un mes. también marca una fusión creativa entre Brüggemann y su hermana Anna Brüggemann: hace siete años escribieron a cuatro manos Camino de la cruz [+lee también:
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, que sigue siendo el mayor éxito internacional de Brüggemann hasta la fecha. Aunque el tema de su nueva película tiene poco que ver con aquella, sí es posible establecer algún paralelismo entre ambos títulos.

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Esta vez, los hermanos Brüggemann examinan el amor, el matrimonio (o su equivalente, una relación duradera en la edad adulta) y los valores de los treintañeros de hoy que, vistos desde fuera, parecen tener todo lo necesario para disfrutar de una vida de éxito, plena y feliz, si bien nunca están satisfechos. Anna Brüggemann interpreta a Dina, a la que conocemos en la cama con su pareja, Michael (Alexander Khoun, que ya había colaborado con Dietrich Brüggemann en Heil), mientras ambos mantienen una larga conversación. Michael sugiere la ruptura de la relación porque la pareja tiene distintos objetivos en la vida (Dina, por ejemplo, quiere tener hijos, y Michael no está muy dispuesto a comprometerse de esa manera), pero Dina rechaza esa posibilidad argumentando que, si hay algo que la humanidad es capaz de hacer en cualquier circunstancia es tener y criar hijos.

En las siguientes 14 escenas de una sola toma seguimos las distintas fases de desarrollo de su relación. Somos testigos del embarazo de Dina y de cómo la pareja se lo comunica a la familia; los seguimos durante las distintas etapas como padres y observamos cómo se ve afectada su vida profesional (Dina es actriz y Michael, cirujano); los vemos en un entorno familiar con dos niños y finalmente vemos cómo rompen la relación por sus diferencias de carácter. Nunca los vemos satisfechos y mucho menos felices.

Las escenas grabadas en una sola toma, generalmente desde una posición fija y con un plano más abierto, son características del estilo de Brüggemann, que hizo lo mismo aunque llevándolo hasta el extremo en Camino de la cruz. Tal rigidez formal encajaba perfectamente en aquella película porque abordaba la cuestión del fundamentalismo religioso y las relaciones familiar emponzoñadas. Aquí, Brüggemann opta por una variación más relajada: las escenas de una sola toma se separan unas de otras por tarjetas escritas sobre fondo negro, si bien no todas ellas son estáticas, lo que sugiere un cierto grado de fluidez y de cambio constante en las dinámicas interpersonales dentro de una relación o de una familia.

Dietrich Brüggemann muestra un sentido del humor absurdo y discreto, y aprovecha el encuadre, la composición de la toma y la puesta en escena para realzar las absurdeces de la vida moderna. Los dos actores principales muestran la química (o la falta de ella) necesaria para que sus personajes resulten convincentes a la hora de plasmar la miseria de la rutina diaria, sin olvidar su timing perfecto para realzar la absurdez de tales situaciones; por otro lado, el resto de personajes quedan relegados a episodios y perfiles menos destacados. La banda sonora, obra del propio Brüggemann, suena de manera adecuadamente austera. Sin embargo, las verdaderas estrellas de la película son el director “casero” de fotografía de Brüggemann, Alexander Sass (algunas de sus tomas son verdaderas obras maestras), la diseñadora de producción Cosima Vellenzer y la diseñadora de vestuario Juliane Maier, que hacen que este trabajo, formalmente rígido, adquiera cierta viveza durante sus dos horas de metraje, si bien en ocasiones se hace algo largo.

es una producción de la alemana Flare Film, con Rundfunk Berlin-Brandenburg y Arte como coproductoras. NFP Marketing & Distribution gestiona sus ventas internacionales.

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(Traducción del inglés por Marcos Randulfe)

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