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KARLOVY VARY 2021 Competición

Crítica: Bird Atlas

por 

- En su nuevo título, que opta al Globo de Cristal, Olmo Omerzu usa el poder del canto de los pájaros para señalar la avaricia corporativa

Crítica: Bird Atlas
Miroslav Donutil en Bird Atlas

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es la nueva película del director checo Olmo Omerzu (Winter Flies [+lee también:
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) y tuvo su estreno mundial en la competición por el Globo de Cristal de la edición número 33 del Festival de cine de Karlovy Vary . Es una película que lanza un dardo al capitalismo al centrarse en la figura de Ivo (Miroslav Donutil), el propietario de avanzada edad de una empresa tecnológica que descubre que su empresa está endeudada hasta las cejas. Su frágil corazón no le facilita progresar en la búsqueda de la verdad, y cada vez que piensa en la cantidad de millones que debe la empresa, corre el peligro de sufrir un infarto. A lo largo de su viaje llega a descubrir las verdades de sus empleados y de sus hijos, ya mayores. Incluso hay un vínculo con un soldado en Afganistán, pero eso no es lo más extraño en una película en la que las palomas y otras aves ejercen de coro en esta oscura ciudad checa.

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No se habían visto aves tan observadoras y filosóficas desde que una paloma se sentara en una rama para reflexionar sobre la existencia. Estas aves sueltan las reflexiones filosóficas que uno se puede encontrar en postales de navidad con sesgo socialista. “La verdadera riqueza es la salud física” o “El poder de los poderosos reposa en las lágrimas de los pobres” son un par de las perlas que se pueden escuchar. Cuando no se erigen en paladines de la compasión, las aves se convierten en astutas observadoras del daño que los humanos infligen al planeta Tierra. Y cuando no dicen a la gente que es preferible ser pobre y no tener deudas que rico y sentirse cansado, las aves también comentan lo que sucede. No hay ninguna razón de peso para que lo hagan, porque la trama no es tan complicada, pero añade un cierto toque de extravagancia y ligereza a una película cuyo tono sombrío y plúmbeo se deja sentir desde el primer fotograma, en el que vemos a un soldado preparándose para utilizar su arma de destrucción masiva.

Ivo es el tipo de patriarca que cualquier director aspira a tener como el malo de su película. Se enfrenta a la policía por no hacer lo suficiente por recuperar su dinero, cree que es capaz de resolver el caso antes que otros y no solo porque él lo haga mejor, sino porque lo hace de la única manera que es posible hacerlo. A ojos de sus dos hijos y de su hija, ha antepuesto el trabajo a todo lo demás a lo largo de su vida. Pero él discrepa. El encuadre de la cámara, obra de Lukáš Milota, es claustrofóbico, la música de Monika Omerzu Midriaková es premonitoria y el diseño de producción de las oficinas y de las clases resulta insípido cuando el problemático Ivo aparece en escena. La investigación de Ivo lo lleva a su contable Marie (Alena Mihulová), que muestra más interés en ponerse en contacto con el novio que ha encontrado por internet que en resolver el misterio del dinero desaparecido. Marie es una mujer que esconde muchos secretos, y si bien en la película hay muchas aves y un perro, nadie en la oficina es peor que el impostor. Pero ¿quién engaña a quién? Y ¿sobrevivirá Ivo lo suficiente para descubrir la verdad? Y lo que es más, ¿por qué, en vista de todo esto, Bird Atlas no resulta más agradable?

A través de la estructura y el montaje de Jana Vlčková, el director Olmo Omerzu enlaza la avaricia corporativa con las guerras en Afganistán y con internet, pero no todo encaja a pesar de los intentos de las aves y de los hijos de Ivo de explicar que, en la vida, hay cosas más importantes que el dinero. Vacaciones de lujo para los hijos, política a favor del medioambiente para las aves. Es una pena que los juzgados estén de acuerdo con Ivo con que los delitos financieros son un hecho punible mientras que ser un capitalista autoritario y creído es perfectamente humano y aceptable.

Bird Atlas cuenta con la producción de endorfilm, en coproducción con Cvinger Film, Punkchart Films y Česká Televize. Las ventas internacionales están en manos de Cercamon, con sede en Dubai.

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(Traducción del inglés por Marcos Randulfe)

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