11/08/2021 - El primer largometraje de ficción de Aurélie Saada es un retrato delicado y personal de una mujer que se rebela contra los estereotipos de una sociedad que ha decidido dejarla de lado

La cantante (componente del dúo musical Brigitte) y ahora también cineasta Aurélie Saada deleitó al público del Festival de Locarno con el estreno de su primer largometraje en la evocadora Piazza Grande. Rose [+lee también:
tráiler
ficha de la película] es una comedia para el gran público que, sin embargo, nunca busca el entretenimiento como un fin en sí mismo.

Rose es una película ligera, agradable y optimista, que nos insta a creer que todo es posible a cualquier edad. No obstante, la directora también consigue transformar esta ligereza en ternura, así como en una reflexión más amplia sobre el sentido de la vida cuando llegamos a la fatídica “tercera edad”. El resultado es una comedia mainstream que busca conquistar a un gran número de espectadores, pero también un retrato poético y muy personal de una mujer que decide hacerse cargo de su propio destino.

Rose (interpretada por la icónica Françoise Fabian) es una parisina de 78 años que ha construido su vida en torno a dos roles principales: como esposa y como madre (y posteriormente como abuela). Rodeada por su familia y con su esposo a su lado, Rose parece disfrutar de un momento de felicidad en la escena inicial de la película, durante una fiesta con amigos y familiares que forman parte de la comunidad judía tunecina de París. Poco después, su marido fallece y Rose se queda sola, destronada como matriarca de una tribu que al parecer ya no la necesita. De esta forma, la protagonista experimenta un trastorno emocional que tiene consecuencias inesperadas y catárticas. ¿Cuál es su lugar dentro de una familia que ha perdido aquello que los mantenía unidos? ¿Cómo puede imponerse en una sociedad que valora exclusivamente la juventud y el rendimiento (en todos los ámbitos)?

A través de Rose, Aurélie Saada parece querer decirnos que la edad es relativa, una construcción social cuyo único objetivo es hacer que los seres humanos se vuelvan dóciles y obedientes. Rose nos muestra que nunca es demasiado tarde para luchar contra el conformismo, y que el derecho a existir y a expresar tus propios deseos no se desvanece con el paso del tiempo. La directora asegura que su intención era reflexionar sobre los desafíos a los que se enfrentan las “mujeres” cuando envejecen, en una sociedad que las quiere jóvenes, atractivas y seductoras. “Rose es la historia de una revolución privada, la de alguien que se da cuenta, cuando está a punto de cumplir 80 años, que no es solo una abuela o una viuda: es una mujer que tiene derecho a expresar y defender sus propios deseos”, explica Saada en relación con su protagonista. Sus intenciones son muy interesantes, pero en su objetivo de eliminar los estereotipos, la directora también parece crearlos. Concretamente, en lo que se refiere al constructo social del género femenino, que se apoya en un cuerpo que debe ser capaz de seducir para encontrar su equilibrio, así como una representación de la “mujer” basada en los roles tradicionales de esposa y madre (aunque de una forma más libre e independiente). Con todo, la presencia magnética de Françoise Fabian (que participó en obras como El ladrón de París y Mi noche con Maud, de Louis Malle, por nombrar solamente dos ejemplos de su prestigiosa filmografía) dota al personaje de Rose de un carácter poderoso y universal que va más allá de géneros y generaciones. En última instancia, Rose es una comedia exuberante y poética, elevada por una brillante actriz que demuestra que la clase y el talento son realmente atemporales.

Rose es una producción de las francesas Silex Films y Germaine Films, coproducida por France 3 Cinéma, Les Productions du Couscous y Apollo Films. Kinology se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del italiano)