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PELÍCULAS / CRÍTICAS Italia

Crítica: State a casa

por 

- La nueva película de Roan Johnson es una comedia juvenil negrísima que se inscribe en la nueva categoría internacional de películas sobre el confinamiento

Crítica: State a casa
Martina Sammarco, Lorenzo Frediani, Giordana Faggi y Paolo Ciriello en State a casa

Verse obligado a pasar el confinamiento por la pandemia en un apartamento en Roma con una serpiente africana que se escapa de su jaula y deambula entre los muebles. ¿Qué más se puede pedir para una comedia muy, muy negra? O para una tragedia brillante, como sugiere la nota de prensa de la película.

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es el cuarto largometraje de Roan Johnson, un inteligente guionista toscano y habilidoso director nacido en Londres, hijo de padre inglés y de madre italiana, que hasta ahora había escrito comedias ingeniosas y apasionadas sobre fugas en los años 70, adolescentes que se enfrentan a embarazos inesperados, o fines de semana con amigos que se convierten en una transición a la edad adulta. Y, en cierto modo, #stateacasa está relacionada con su película Fino a qui tutto bene [+lee también:
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(2014), la historia de los últimos tres días de cinco amigos que estudiaron y vivieron en Pisa en la misma casa, con espaguetis sosos, peleas, envidias, amores y otras penas. Sin embargo, esta película lleva lo grotesco al extremo para crear un paradigma existencial en una obra que el director describe como su trabajo más personal hasta la fecha.  

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Paolo (Dario Aita), Benedetta (Giordana Faggiano), Nicola (Lorenzo Frediani) y Sabra (Martina Sammarco) son los cuatro protagonistas, todos menores de 30, de una película que pertenece a la nueva categoría internacional “películas del confinamiento”. #stayhome, claustrofóbica, tensa, repleta de diálogos rápidos y mordaces, rica en planos secuencia muy bien grabados en pequeños espacios cerrados que le dan la apariencia de una obra de teatro (sería fácil de adaptar), se sumerge con sarcasmo en un abismo moral durante sus 110 minutos de duración. Johnson no se deja nada, desde la representación explícita del mal a través de la temible serpiente (“si no, en el Edén, nos enviarían un hámster”, bromea uno de los chicos), el ácido viaje desde una tradición africana antigua (Sabra es una chica negra que trabaja recibiendo a refugiados), a la codicia más salvaje, desatada por la supuesta presencia de un jefe de la mafia siciliana buscado por la policía en todo el mundo. El anfitrión de los chicos, su vecino, es un caballero siciliano codicioso y ambiguo (Tommaso Ragno, que se lo pasa muy bien, sobre todo cuando se hace el muerto en la segunda mitad de la película), que ofrece a la inteligente Benedetta un descuento en el alquiler a cambio de favores sexuales. Explosión de celos y violencia, una caja fuerte que contiene una pistola, pasaportes falsos y mucho dinero no conducirán a un final de color de rosa. Completan el pequeño reparto el portero del edificio (el icónico actor de las primeras películas de Nanni Moretti, Fabio Traversa) y una limpiadora con iniciativa (Natalia Lungu).

#stateacasa recuerda a esas hilarantes comedias negras anglosajonas donde se amontonan los cadáveres, aunque esas películas suelen eludir las interpretaciones filosóficas. Roan Johnson se parece bastante a Polanski: nadie es inocente, el virus del mundo es la propia humanidad y, sobre todo, los jóvenes están muy, muy confundidos.

#stateacasa ha sido producida por Palomar y Vision Distribution, en colaboración con Sky y Amazon Prime Video. Vision Distribution distribuirá la película en los cines italianos a partir del 1 de julio.

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(Traducción del italiano)

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