24/06/2021 - Álex Montoya llega mucho más lejos con el largometraje cuya trama comenzaba en su corto homónimo anterior, asumiendo unos riesgos sobradamente valientes que amplifican su complejidad y tensión

En 2014 un cortometraje protagonizado por Luis Callejo, dirigido por Álex Montoya, quedaba finalista en los Goya tras haber sido premiado, entre otros festivales, en los de Málaga y Cinema Jove de Valencia. En este último certamen se ha presentado en proyección especial (unos días antes de su estreno en salas españolas, previsto para el viernes 25 de junio), el largometraje homónimo Lucas [+lee también:
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entrevista: Álex Montoya
ficha de la película], orquestado por el mismo cineasta. Y en la última edición del primero mereció las Biznagas de Plata a la mejor película española de la sección Zonazine, el Premio del Público y al mejor actor: su protagonista, el joven Jorge Motos (quien ya aparecía en Amar [+lee también:
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entrevista: Esteban Crespo
ficha de la película], de Esteban Crespo). Si en el corto original se nos presentaba a unos personajes que vivían un par de situaciones bastante inquietantes, ahora con el film, su director ha llegado mucho más lejos, con un resultado tan sorprendente como atrevido.

Porque uno de los protagonistas, Álvaro (encarnado por Jorge Cabrera, actor que intervino en Diecisiete [+lee también:
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entrevista: Daniel Sánchez Arévalo
ficha de la película], de Daniel Sánchez Arévalo), es un hombre maduro que se acerca a un chaval para hacerle unas fotos y proponerle un plan sospechoso. En ese momento, para el –al principio reticente– chico se abre un pasadizo turbio hacia un micro mundo de identidades falsas, carencias, añoranzas, desconfianza y bastante dolor, con varios giros de guion que mantienen siempre la tensión y la sorpresa bien engrasados.

No es Lucas pues una película cómoda, ni tampoco fácil. Porque las heridas físicas y psíquicas de sus personajes nos pueden resultar reconocibles, y podemos llegar a dudar, como le sucede al personaje del título, de lo que sentimos contemplando unos sucesos por momentos ambiguos, pero otros consecuentes con el pasado de los protagonistas… como acabará desvelando la acción, cuyos vericuetos finales transcurren en la fotogénica a la vez que salvaje Albufera valenciana, esa gigantesca área pantanosa que aquí se convierte en elocuente espejo a la vez que desasosegante escenario.

Y también, como sucedía en el magnífico thriller coral francés Solo las bestias [+lee también:
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entrevista: Dominik Moll
ficha de la película], de Dominik Moll, en Lucas se aborda cómo internet es una herramienta formidable para camuflar identidades y así abusar de otros. Pero no es el único asunto expuesto en el segundo largometraje del responsable de Asamblea [+lee también:
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ficha de la película]: también la añoranza de la juventud y de la pureza del primer enamoramiento, la ausencia paterna, el sentimiento de culpa, la necesidad de romper con el pasado y las espinas del crecimiento son ideas volcadas aquí por los guionistas del film, Sergio Barrejón (quien debutó en la dirección con Jefe [+lee también:
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ficha de la película]) y el propio Montoya.

Lucas es una producción de Raw Pictures y Telespan, que ha contado con la colaboración del Instituto Valenciano de Cultura y la participación de RTVE y À Punt TV. De su distribución y ventas se encarga Begin Again Films.