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PELÍCULAS / CRÍTICAS Francia / Colombia

Crítica: Vers la bataille

por 

- Aurélien Vernhes-Lermusiaux firma un prometedor primer largometraje, un western atmosférico sobre un fotógrafo perdido en plena expedición colonial francesa en el México del s.XIX

Crítica: Vers la bataille
Leynar Gómez y Malik Zidi en Vers la bataille

“A los días de granizo le siguieron días grises y más fríos, y la lluvia. Pero yo no renuncié. Sin embargo, me falta lo esencial: encontrar la guerra que se me escapa desde que llegué”. Cuando un artista se encuentra en un territorio desconocido, cerca de fronteras de fuego habitadas por la muerte, las pruebas iniciáticas siempre están presentes hasta que el aventurero, despojado de su falso semblante, se enfrenta a su propio reflejo. Este es el arquetipo de la trayectoria novelesca revisitada con un estilo singular por Aurélien Vernhes-Lermusiaux en su primer largometraje, Vers la bataille [+lee también:
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, que se estrena en cines el 26 de mayo a través de Rezo Films.

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El director, que se desmarca claramente del panorama de la joven creación francesa, se sumerge en la naturaleza salvaje del México de 1860 para recordar un episodio colonial casi olvidado siguiendo a un (anti) héroe: un fotógrafo traslada su voluminoso material en un entorno más parecido a Aguirre, la cólera de Dios, de Werner Herzog, o Zama [+lee también:
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entrevista: Lucrecia Martel
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, de Lucrecia Martel, que a los estándares del western estadounidense.

¿Quién se acuerda de que Napoleón III envió una expedición militar a México, donde cerca de 40.000 soldados estaban comprometidos bajo la bandera tricolor en una intervención destinada a instaurar un régimen local favorable a los intereses franceses? Tropas que resultan ser escurridizas para Louis Deville (Malik Zidi), un fotógrafo parisino autorizado por el general Trochu (Thomas Chabrol) a cubrir la guerra como reportero, pero que, al principio de la película, vaga, solitario, durante tres semanas, incapaz de encontrar el Segundo Regimiento de Monterrey en campaña.

“La guerra va rápido, hay que adaptarse”, “las tropas se desplazan”: el hambre y la fatiga pesan cada vez más sobre el fotógrafo “en estos inmensos paisajes donde no sabes dónde están el norte, el sur, el este y el oeste. Todo se parece y, sin embargo, nada es igual”. Un periplo que lo someterá a una prueba física y moral muy severa, casi un vía crucis que tiene como resultado una toma de conciencia (pues tiene dolorosos recuerdos sobre sus ambiciones artísticas), y que pondrá en su camino un álter ego inesperado en la figura del campesino Pinto (el costarricense Leynar Gómez).

Permisos, desertores, cañonazos lejanos, selva, niebla, descubrimientos macabros e incendios, infecciones y fracasos, amistad improbable y transmisión de las bases del arte fotográfico: Aurélien Vernhes-Lermusiaux siembra su película de pequeñas piedras narrativas, pero privilegia un enfoque atmosférico (hasta onírico), sensorial, natural, dando protagonismo a las fuerzas de la naturaleza (de la vida y de la muerte) captadas por el director de fotografía David Chambille y muy bien acompañadas por la música de Stuart A. Staples. Una inmersión que podría haber sido menos explicativa a nivel psicológico (pero, ¿quién la hubiera financiado?) y que descubre un director original a quien, esperemos, se le concedan los medios para realizarse y canalizar su evidente potencial creativo.

Vers la bataille ha sido producida por Noodles Production y coproducida por la colombiana Imaginaria Cine. Be for Films gestiona las ventas internacionales.

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(Traducción del francés)

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