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FIFDH GINEBRA 2021

Crítica: Pandémie, la révolte des citoyens contre l’État

por 

- Matteo Born y Françoise Wilhammer tratan el urgente tema de la pandemia que sigue afectando nuestras vidas, dando la palabra a los que se sienten traicionados por el sistema

Crítica: Pandémie, la révolte des citoyens contre l’État

El mediometraje Pandémie, la révolte des citoyens contre l’État, producido por Temps Présent —un programa de TV de la RTS dedicado a reportajes periodísticos— y dirigido por el rumano Matteo Born (cuyo segundo trabajo, Paul torna al villaggio, fue uno de los cortometrajes seleccionados por el Festival de Cine de Solothurn 2021) y el periodista Françoise Wilhammer, compite en la sección Grand Réportage del FIFDH.

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Como explica su título, el documental de Born y Wilhammer nos lleva al epicentro de la pandemia de Covid-19 y da voz al poder compensatorio de las personas anónimas. Viajamos desde Bérgamo, donde se registró el primer caso europeo, hasta Bellinzona, la capital del cantón suizo más afectado por la crisis sanitaria, con muchas residencias de ancianos convertidas en auténticos cementerios. En lugar de centrarse en las causas de la pandemia, este documental arroja luz sobre las personas que siguen luchando en nombre de los que ya no están: familiares y amigos que luchan en nombre de los que han sido sacrificados en el altar del bienestar financiero, que no fueron considerados lo suficientemente importantes para competir con unos intereses económicos de marcado sabor despótico. El documental se centra en la idea de justicia colectiva —la única capaz de obtener respuestas frente a instituciones mudas e inexpugnables— pero lo que transmite es la necesidad de cuestionar a esas mismas instituciones, creadas, en teoría, para protegernos. Las personas aquí reunidas desempeñan papeles activos, protagonistas, posicionándose contra el gobierno, como una alternativa transparente a los poderes actuales, que están más interesados en proteger sus propios intereses económicos que en evaluar el sufrimiento causado por sus decisiones. Es un malestar general que se ha estado cociendo a fuego lento bajo la superficie durante un tiempo, y que la pandemia ha transformado en una verdadera revuelta.

Pandémie empieza su viaje en Bérgamo, donde la abogada Consuelo Locati, una especie de vengadora de las incontables víctimas de la pandemia que ha diezmado la ciudad (más de cien muertes en un día, incluido su propio padre), lucha por la transparencia en la gestión de la crisis sanitaria. Respaldándola y dando voz a las decenas de miles de personas que insisten en que el gobierno debería asumir la responsabilidad al respecto, se encuentra el grupo de Facebook “noi denunceremo” (lit. “denunciaremos”), que recoge los testimonios de los que han perdido a sus seres queridos en circunstancias poco claras. Cuando se inicia un procedimiento ex-officio en el juzgado de Bérgamo, las preguntas se vuelven densas y rápidas (desde más allá de la frontera lombarda). ¿Por qué, al constatarse la pandemia, la sala de emergencias de Alzano Lombardo —que se encuentra en una zona industrializada (y quizás por esa misma razón) nunca fue clasificada como zona roja— no se cerró para hacer una desinfección y limpieza profundas? ¿Por qué en varias residencias de ancianos de Tesino murieron casi la mitad de los residentes? ¿Por qué, luego del descubrimiento de los primeros casos sospechosos, Tirol no cerró sus estaciones de esquí? ¿Cómo es posible que a una mujer de 31 años en riesgo no se le hiciera ninguna prueba del virus y muriese en su casa? Estos testimonios transmiten que los intereses económicos suelen tener prioridad sobre el derecho fundamental a la vida. La priorización de la economía sobre la salud nos obliga a reflexionar sobre la relación entre el individuo y el Estado, y a reconectar con la noción de comunidad que la epidemia parece haber deteriorado.  

Bérgamo podría haber optado por hablar en nombre de sus víctimas y denunciar las injusticias sufridas, pero, al final, nada puede neutralizar la ansiedad que todavía sigue presente en la ciudad, donde sus habitantes continúan viviendo en un estado de alerta.

Pandémie, la révolte des citoyens contre l’État ha sido producida por RTS-Radio Télévision Suisse.

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(Traducción del italiano)

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