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COTTBUS 2020

Crítica: The Living Man

por 

- En su sexto largometraje, Oleg Novković muestra lo que ocurre cuando vives rápido pero no mueres joven

Crítica: The Living Man
Nikola Ðuričko en The Living Man

Tras su estreno mundial en el trigésimo Festival de Cine de Cottbus, The Living Man [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, dirigida por Oleg Novković, es una melancólica historia de un rockero cada vez más viejo, ya que el provocador Đela (Nikola Ðuričko, que apareció recientemente en Stranger Things) se enfrenta ahora a dramas familiares bastante mundanos en lugar de esnifar hormigas, a lo Ozzy Osbourne. Como era de esperar, no es muy divertido: su joven hija se queda embarazada, su mujer que antes era drogadicta ahora es miserable, y lo mejor del día es cuando la novia de su hijo, comparte inocentemente que, según su madre, en aquellos tiempos él estaba bueno. No sorprende que al chico se le vaya la olla.

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Y sin embargo, aquí, la gente continúa volviendo al pasado, con la mujer de Đela intentando escribir por fin un libro sobre “su época”, por ejemplo. Después de todo, eran más jóvenes, estaban en lo más alto, y no tenían a un nieto no planeado en camino. Novković tiene buen ojo para los diálogos, y The Living Man casi apesta a resaca, a ropa del día anterior y a vino rancio de la fiesta, aún en la mesa porque nunca se sabe. Pero aferrarse a lo que era tampoco parece funcionar tan bien, y mientras, un repentino descubrimiento sobre su familia hace que Đela salga corriendo hacia la puerta, aunque ya estaba de todas formas a medio camino, solo buscaba una buena excusa.

Así comienza la más pequeña de las road movies, un poco bastante familiar, con un hombre de mediana edad que vaga por el minúsculo universo en el que solía presidir, dando lo mejor de sí mismo para revivir algunas de sus glorias pasadas y escuchar de nuevo los éxitos, a pesar de que su cuerpo ya no es muy acorde a su anterior estilo de vida. “Cuando estoy en la carretera y tomo penicilina porque tengo gonorrea es cuando más cerca estoy de consumir drogas duras,” solía decir con orgullo el gran Frank Zappa, pero esto no funciona con este chico, que aún no está preparado para decir adiós a su pasado, a pesar de que todo lo que consigue hoy en día es estar cansado.

No es exactamente un chico leal, y tampoco muy amable (menos aún con su demente familia) pero el Ðuričko vestido de piel lo hace simpático, que en cualquier caso, junto con su falta de entusiasmo por todo, en la que se incluye engatusar a alguna dama como lo hacía antes, es totalmente comprensible. No será del todo viejo aún, pero este chico ya ha pagado sus deudas, e incluso algunas más. Se menciona a un amigo drogadicto de una banda, pero seguir vivo tampoco es fácil, no cuando “no puede ni beber ni follar”, como informa su desilusionada mujer de forma realista. Envejecer es solo más duro para las estrellas del rock, ¿sabes? Al menos, en aquellos tiempos, estaban buenos.

The Living Man es una producción de SALT (Serbia) y Ostlicht filmproduktion (Alemania).

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(Traducción del inglés por Alba Barberá Hurtado)

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