01/09/2020 - VENECIA 2020: La nueva película de Andrea Segre es un relato íntimo, melancólico y conmovedor rodado antes y durante el confinamiento

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entrevista: Andrea Segre
ficha de la película], presentada fuera de competición, al igual que su anterior trabajo, Il pianeta in mare [+lee también:
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ficha de la película] (2019). El último documental del director veneciano es la cinta de preapertura del Festival de Venecia este año.

La película comienza con una cita de la novela El extranjero (1942), de Albert Camus: “A lo largo de toda la existencia absurda que había vivido, un viento oscuro se había levantado hacia mí desde algún lugar profundo de mi futuro, a través de los años que aún estaban por venir”. Con gran poesía y sencillez, el director alterna entre imágenes de una Venecia pre-Covid, abarrotada y vibrante, con fragmentos de archivos familiares. La cita de apertura, junto a la todavía más explícita voz de Segre, presentan los temas principales de la película, filmada poco antes del estallido de la crisis sanitaria mundial y durante el posterior período de confinamiento. Los temas clave que prevalecen en Molecole son la relación personal del director con la ciudad y la complicada relación que mantiene con su padre, Ulderico, que se convierte en el auténtico protagonista de la película.

Cuando se declaró el confinamiento, el director (que habitualmente vive en Roma) se vió inesperadamente atrapado en Venecia. En ese momento, Segre estaba trabajando en dos proyectos sobre los principales males de la ciudad: la subida del nivel del mar y el turismo. Las condiciones atemporales provocadas por la pandemia dieron lugar a una reflexión profunda sobre el pasado, permitiendo al director capturar la atmósfera de esta versión vacía y surrealista de Venecia. Las reflexiones de Segre vienen acompañadas de diversas aportaciones de los habitantes de la ciudad de la laguna. Estas contribuciones, incorporadas de forma orgánica en la narrativa, actúan como un vínculo entre los temas que caracterizan los proyectos del director y los “nuevos tiempos” vividos durante el confinamiento.

La dirección de fotografía, a cargo de Matteo Calore (Il pianeta in mare, Dove bisogna stare [+lee también:
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ficha de la película]) junto al propio director, logra traducir de forma visual la melancolía de la pandemia y la sensación de espera continua, valiéndose de los colores pálidos de los edificios, la niebla, las calles oscuras, el imponente cielo sombrío y el mar prácticamente despojado de barcos. La música de Teho Teardo (Tuttinsieme [+lee también:
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ficha de la película], Il Nido [+lee también:
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entrevista: Roberto De Feo
ficha de la película]), un aporte sumamente evocador que enfatiza la sensación de fragilidad que impregna el espíritu de la película, amplifica todavía más las sugerentes imágenes. El paisaje sonoro (cortesía de Alberto Cagol, Marco Zambrano y Riccardo Spagnol) también merece elogios, al igual que la edición comedida y atractiva de Chiara Russo (Il pianeta in mare, Selfie [+lee también:
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ficha de la película]).

La secuencia final es, sin ninguna duda, la parte más poderosa y mágica de este documental. El monólogo que cierra la película habla de “aprender a dialogar con lo inevitable”, presentando diversas interpretaciones de la vida y la naturaleza, y tratando una vez más la relación padre-hijo con franqueza y sinceridad.

Molecole es una producción del grupo Paduan (ZaLab Film) junto a RAI Cinema, en colaboración con Vulcano y el Istituto Luce Cinecittà. La cinta llegará a los cines italianos el 3 de septiembre, de la mano de ZaLab Film y Lucky Red.

(Traducción del italiano)