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SUNDANCE 2020 Competición World Cinema Dramatic

Crítica: Jumbo

por 

- La belga Zoé Wittock arriesga con un primer largometraje delirante y metafórico, con una partitura muy original pero incompleta, donde brilla Noémie Merlant

Crítica: Jumbo

“Objetos inanimados, ¿tenéis un alma que se vincula a nuestra alma y la obliga a amar?” Estos versos de Lamartine, repetidos como un mantra por la protagonista de Jumbo [+lee también:
tráiler
entrevista: Zoé Wittock
ficha de la película
]
, el primer largometraje de Zoé Wittock, forman parte de las Harmonies poétiques e ilustran la valentía de la cineasta belga en una película estrenada en la sección World Cinema Dramatic de la 36ª edición del Festival de Sundance y que se proyectará en el programa Generation 14plus de la 70ª edición de la Berlinale. En efecto, es una relectura de la normalidad y una transposición fantástica de los clásicos y del doloroso despertar amoroso de la juventud, sobre un fondo que roza lo irracional. Se trata de una obra arriesgada, sensible y enérgica que narra el flechazo mutuo entre una joven y un tiovivo (en forma de pulpo, con brazos y canastas) de un parque de atracciones, el Move It.

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Jeanne (Noémie Merlant) es una joven diferente, que decora su habitación con guirnaldas de luces de colores, no se siente cómoda en sociedad, adora cerrar los ojos, abrirlos y dejarse arrollar por sensaciones, escuchar los sonidos del mundo, buscar en los objetos para “comprender cosas que no comprendemos” y soñar (“Yo me iré de aquí algún día”). Vive con una madre (Emmanuelle Bercot) cómplice y muy rock ’n’ roll en una provincia anclada en la naturaleza y tiene un trabajo solitario, de noche, como vigilante de un parque de atracciones dirigido por Marc (Bastien Bouillon), que coquetea tranquilamente con ella. Pero en la vida de Jeanne se produce un terremoto cuando una de las atracciones, a la que ella llama Jumbo, cobra vida en secreto y empieza a comunicarse con ella a través de parpadeos y vibraciones. La joven desarrolla una pasión amorosa que va en aumento (sexualidad incluida) por la máquina que genera preocupación entre sus compañeros…

Zoé Wittock se ampara en un fenómeno que existe de verdad, la “objetofilia”, para meterse en un terreno que se sale de lo normal (y que puede inscribirse en los registros de Christine, de John Carpenter, o de Crash, de David Cronenberg) y consigue algo muy importante: asumir por completo la radicalidad de su temática y darle cuerpo con mucho brío visual y una extraordinaria interpretación de Noémie Merlant. Sin embargo, la película termina por caer en la cruda realidad queriendo salvar a toda costa una pizca de final feliz y esquivando mediante lo lúdico las consecuencias reales de un proceso psicológico que refleja un drama interior profundo y terrible.

Jumbo ha sido producida por la compañía francesa Insolence Productions, la luxemburguesa Films Fauves y la belga Kwassa Films. WTFilms gestiona sus derechos. Rezo Films la estrenará en Francia el 18 de marzo de 2020.

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(Traducción del francés)

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