19/12/2019 - Ferzan Ozpetek regresa a Roma con una película tierna y melancólica sobre la evolución del amor, centrada en una pareja de hombres que debe cuidar de dos niños

Los problemas de una relación en crisis, sus consecuencias tragicómicas y la esperanza de un nuevo comienzo, inesperado y abrumador, son la base sobre la que se sustenta La dea fortuna [+lee también:
tráiler
ficha de la película], la última película de Ferzan Ozpetek. Esta obra conmovedora y personal marca el regreso del director italiano de origen turco a la ciudad de Roma (después de rodar sus últimos trabajos en ciudades como Nápoles o Estambul), así como al mundo de las familias y el amor en todas sus formas.

La película ofrece una versión genuina, alegre y heterogénea de la humanidad, representando un gran ejemplo de diversidad, que atrapa al espectador desde su desconcertante prólogo, ambientado en los pasillos de una suntuosa residencia aristocrática (a la que volveremos más adelante). Nos encontramos en una hermosa terraza de Roma, celebrando un matrimonio gay. Todos los protagonistas están presentes, empezando por nuestros anfitriones, Arturo y Alessandro (Stefano Accorsi, al que hemos visto anteriormente en El hada ignorante y No basta una vida, y Edoardo Leo), una pareja adulta que atraviesa una crisis personal. De repente, la mejor amiga y ex novia de Alessandro, Annamaria (Jasmine Trinca), entra en escena cargando con sus maletas y acompañada de sus hijos. Ella no se quedará mucho tiempo, ya que debe ser hospitalizada a causa de unos sospechosos dolores de cabeza, pero los pequeños, Martina (Sara Ciocca) y Alessandro (Edoardo Brandi), se mudan por una temporada.

A partir de ese momento, seguimos el día a día de Arturo y Alessandro, forzados a descubrir el mundo de la "paternidad" en el peor momento posible tras quince años de relación. Accorsi y Leo demuestran una química perfecta, el primero interpretando a un intelectual y profesor fracasado, y el segundo como un fontanero más asentado y seguro de sí mismo (que habla con sus grifos), ambos envueltos en una espiral de reproches y traición. Ozpetek, que escribió el guión junto al productor Gianni Romoli y Silvia Ranfagni, aporta sinceridad y una buena dosis de frases devastadoras, componiendo una historia que transmite perfectamente la agonía de un amor profundo. Un amor que puede resurgir con tan solo una mirada o una carcajada, debido a la complicidad de la pareja, que después de compartir su vida durante años deben enfrentarse a un nivel de responsabilidad que va más allá de sus problemas personales.

Trinca irradia amor y coraje en el papel de Annamaria, una joven libre y rebelde de origen aristocrático, que tiene una relación complicada con su madre (interpretada con sorprendente agudeza por la escritora Barbara Alberti), una mujer que irrumpe en sus vidas como un terremoto, destrozando el equilibrio de la pareja protagonista. Completan el reparto la deslumbrante Serra Yilmaz y la actriz transgénero Cristina Bugatty, así como Filippo Nigro y Pia Lanciotti, interpretando a una pareja que se enamora todos los días (él sufre de Alzheimer, por lo que cada día descubre a su compañera como si fuera la primera vez). Este es posiblemente el único aspecto melodramático en una obra equilibrada y atractiva, que cuenta con la música de Pasquale Catalano (que trabajó anteriormente con Ozpetek en varias de sus películas, además de con Sorrentino) y con la voz inconfundible de Mina.

La dea fortuna es una producción de Warner Bros. Entertainment Italia, R&C Produzioni y Faros Film, estrenada en Italia el 19 de diciembre y distribuida por Warner Bros. Pictures en más de 400 salas de cine. True Colours se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del italiano)