06/11/2019 - Frelle Petersen ofrece un retrato muy humano de la vida rural en un pequeño y acogedor rincón al sur de Dinamarca

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ficha de la película], de Jens Assur, ambientada en la Suecia rural de los años 70, representaba de forma bastante sombría las dificultades de una vida dedicada a la agricultura. Los dos protagonistas, un padre con tendencias suicidas y su hijo aficionado a las aves, apenas experimentan momentos de felicidad. Como Sísifo, ambos están atrapados en una espiral de trabajo y penurias de la que no pueden escapar. Sus sueños se ven frustrados y sus esperanzas se desvanecen, mientras que los problemas parecen no tener fin.

Tras ver Uncle [+lee también:
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ficha de la película], digna vencedora del Gran Premio en la última edición del Festival Internacional de Cine de Tokio, es inevitable pensar que el director y guionista Frelle Petersen no solo se ha inspirado en Ravens, sino que ha decidido responder directamente a la película. El rural sueco se convierte en esta ocasión en el rural danés (justo al lado de la frontera alemana, donde creció el propio Petersen), el hijo se transforma en una joven llamada Kristine, y el tío del título pasa a ocupar la figura del padre. Entendemos que la madre de Kris falleció debido a una terrible enfermedad, y que su padre se quitó la vida poco después, aunque todo esto permanece implícito, ya que la película ofrece pocas respuestas.

De hecho, hay que esperar unos diez minutos antes de escuchar la primera frase. Antes observamos al viejo granjero (Peter H. Tygesen, un agricultor de verdad) y a su sobrina (Jette Søndergaard, sobrina de Tygesen en la vida real) realizando sus labores cotidianas. Los vemos desayunando juntos, dirigiéndose a los establos (el tío con su andador), ordeñando a las vacas y dándoles de comer. Después del almuerzo realizan el mantenimiento de los aparatos, el tío se echa una siesta y la sobrina vuelve a alimentar al ganado antes de marcharse a hacer la compra. Es aquí donde finalmente escuchamos una voz, la del tío proclamando: "Nutella”.

Por ahora, parece bastante claro que Uncle tiene un tono mucho más ligero y dulce que el de Ravens. En su pequeño rincón del mundo, mientras la televisión informa sobre la inmigración en la Unión Europea, las reuniones contra el cambio climático, los misiles norcoreanos y otras cosas “sin importancia”, Kris y su tío parecen vivir una existencia plena. Después de cenar, echan una partida de Scrabble y ven una serie antes de irse a dormir. Tal vez vivan atrapados en la rutina, pero se trata de una rutina familiar, segura y acogedora, de la que ambos son dependientes.

Su apacible vida sufre una ligera sacudida cuando uno de sus terneros contrae difteria, lo que Kris identifica inmediatamente (la joven había sido aceptada en la escuela de veterinaria, antes de que su situación familiar lo cambiase todo por completo). Gracias a la ayuda y el apoyo de Johannes, el veterinario local (interpretado por el veterinario Ole Caspersen), Kris comienza a recuperar sus habilidades. ¿Es posible que la joven retome su educación? ¿Permanece junto a su tío por lealtad, o es tan solo una reacción instintiva?

Otro catalizador que desencadena un cambio para los protagonistas es la intervención de Mike, el hijo de un granjero vecino, que tímidamente invita a Kris a comer algo en la taberna local. Ella acepta, pero se presenta en la cita con su tío y su andador. A continuación presenciamos una escena maravillosa en el restaurante, un momento realmente incómodo que podría llegar a convertirse en un recuerdo divertido.

Los sueños, las esperanzas, los problemas... Todo forma parte de Uncle y de sus personajes. Sin embargo, también abundan los momentos de alegría y belleza en este conmovedor retrato de la vida rural (rodada por el propio Petersen). Los creadores de Nutella también deberían estar orgullosos.

Uncle es una producción de la danesa 88 Miles. Las ventas internacionales corren a cargo de Alpha Violet.

(Traducción del inglés)