email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

ROMA 2019

Crítica: Willow

por 

- El autor macedonio Milcho Manchevski vuelve con otro tríptico a lo largo de los siglos sobre madres que intentan concebir

Crítica: Willow

Desde su innovador debut, Before the Rain, estrenado en 1994, el autor macedonio Milcho Manchevski se ha aferrado a su afición por los temas épicos y meticulosamente estudiados que abarcan décadas o siglos de historia humana, centrándose en relatos sobre personas comunes en circunstancias adversas. Su última obra, Willow [+lee también:
tráiler
making of
entrevista: Milcho Manchevski
entrevista: Sara Klimoska
ficha de la película
]
, que ha tenido su estreno mundial en la Sección Oficial de la Fiesta del Cine de Roma, se centra en la figura de las madres. Como ya hizo con Mothers [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Milcho Manchevski
ficha de la película
]
en 2010, Manchevski emplea una estructura tríptica para contar la historia de mujeres de distintas épocas que luchan contra las circunstancias y la tradición en su deseo de tener un hijo.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

El primer relato, el más corto de los tres, está ambientado en la Edad Media (aunque si has visto cómo viven los protagonistas de Honeyland [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Ljubomir Stefanov, Tamara …
entrevista: Tamara Kotevska, Ljubomir …
ficha de la película
]
podrías llegar a preguntarte si realmente está sucediendo hoy en día). La historia se centra en una joven pareja que recurre a todo tipo de rituales y supersticiones para concebir un hijo, combinándolos con oraciones cristianas. Finalmente, deciden recurrir a la sacerdotisa local (una bruja, teniendo en cuenta la época) para ayudarles en su empeño. La vieja hechicera accede, pero con una condición: a cambio deben entregarle a su primogénito, asegurándoles que tendrán muchos más hijos.

En el segundo fragmento, el más largo, nos trasladamos hasta la Skopje actual, donde un taxista y una cajera de supermercado, que se conocen en circunstancias elaboradamente cómicas, prueban todas las opciones que le ofrece la medicina moderna para tener un hijo. En un primer momento nada parece funcionar, hasta que de repente la mujer se queda embarazada de gemelos. Sin embargo, las ecografías muestran que uno de los niños tendrá una discapacidad física y mental. El marido se muestra tajante en contra de abortar, mientras que la mujer trata de convencerlo de que arruinarán la vida del otro niño si deciden tenerlos a ambos.

En el último capítulo, la hermana de la protagonista de la segunda historia adopta a un niño extremadamente callado y retraído, bordeando el espectro autista. La mujer y su esposo lo bañan con amor, comprensión y regalos, pero en cierto momento el niño desaparece de forma inesperada...

Manchevski entrelaza magistralmente las tres historias, a través de temas y situaciones que se repiten, así como de pequeñas pistas que el espectador puede interpretar por sí mismo. Un sauce juega un papel fundamental en el ritual de la primera historia, y reaparece durante momentos cruciales de los otros dos relatos. El nombre del niño en el primer fragmento es Kuzman, mientras que el taxista del segundo se llama Kuzmanovski. Las acciones de los personajes y sus destinos también parecen estar inseparablemente conectados, independientemente de si los interpretamos en clave cristiana o como simple karma, aunque estas conexiones no son para nada definitivas. Manchevski no intenta decir que “las cosas sucedan por algo”, sino que "quizás tengan algo que ver".

Visualmente, estamos ante una película exuberante, en la que las calles empapadas de Skopje y sus monumentos neoclásicos resultan casi tan impresionantes como los hermoso planos de naturaleza del primer capítulo. En otras ocasiones, el pavimento agrietados y los edificios en ruinas nos remontan a la pobreza absoluta de la joven pareja de la Edad Media.

Todos los actores realizan un trabajo solvente, pero cabe destacar a la debutante Sara Klimoska, protagonista del primer relato, y a Natalia Teodosieva (Secret Ingredient [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Blagoj Veselinov
entrevista: Gjorce Stavreski
ficha de la película
]
) y Nenad Nacev (To the Hilt), del segundo. La incondicional del cine macedonio Kamka Tocinovski (Punk's Not Dead) se apodera completamente del tercer segmento.

Willow es una coproducción entre las macedonias Banana Film y Baba Film, la británica Scala Productions, la húngara Pioneer Pictures, el Tirana Film Institute de Albania y las belgas Saga Film y BNP Paribas Fortis Film Finance.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del inglés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy