24/06/2019 - El nuevo largo de Ásthildur Kjartansdóttir, basado en la novela homónima de Auður Jónsdóttir, es un drama psicológico muy logrado

Claire Kristinsdóttir, Raffaella Brizuela Sigurðardóttir, Enid Mbabazi y Elma Lísa Gunnarsdóttir en The Deposit

Gísella (Elma Lísa Gunnarsdóttir) es una periodista de 40 años en apuros que se ahoga en deudas, y que decide, a pesar de todo, dejar su trabajo estable, pues aspira a escribir historias de más enjundia y no está cómoda con la línea editorial de su jefe. En su búsqueda desesperada de un nuevo trabajo, acaba escribiendo un artículo como freelance sobre la crisis de la vivienda a la que se enfrenta el país en la actualidad. Mientras investiga más a fondo el tema, decide alquilar las dos habitaciones libres de su casa en Reikiavik a tres mujeres inmigrantes: la mexicana Marisol (Raffaella Brizuela Sigurðardóttir), la ugandesa Abeba (Enid Mbabazi) y su hija de nueve años Luna (Claire Kristinsdóttir). El estreno británico de este film de Ásthildur Kjartansdóttir, titulado The Deposit [+lee también:
tráiler
ficha de la película], se enmarcará en la sección European Perspectives del Festival de Edimburgo 2019, y la cinta competirá por el premio del público de la muestra.

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La historia, basada en el libro homónimo superventas que Auður Jónsdóttir publicó en 2006, tiene todos los ingredientes de un buen drama psicológico, y definitivamente consigue serlo. Kjartansdóttir escribió y dirigió este largo con inteligencia, evitando los personajes y diálogos predecibles y relatando las vicisitudes de cuatro mujeres complejas, todas con una historia de fondo difícil y descontentas con sus vidas. Los espectadores se darán cuenta de que el tema central no es la integración y sus desafíos, sino el aislamiento cultural y un miedo crónico a los extranjeros, profundamente enraizado en la sociedad islandesa. La Reikiavik de Kjartansdóttir es una ciudad moderna y rica con estándares de vida muy altos, pero no exenta de prejuicios y cerrazón de mente, herencia de un pasado caracterizado por la lejanía y la desconfianza hacia el mundo exterior.

Elma Lísa Gunnarsdóttir (Vultures, XL [+lee también:
crítica
entrevista: Marteinn Thorsson y Ólafur…
ficha de la película], Frost), la única actriz profesional en la cinta, dota a Gísella de la dosis justa de incertidumbre, inestabilidad emocional y obsesividad. También cabe mencionar el admirable trabajo de las otras tres personajes femeninas que aparecen, para quienes esta es la primera vez ante las cámaras.

En general, la fotografía del film (dirigida por Ásgrímur Guðbjartsson) es visualmente asombrosa en su sencillez, y muy adecuada para reflejar las tensas atmósferas de la trama, así como la evolución gradual de Gísella hacia la paranoia y la depresión. Su elegante apartamento está dominado por reflejos azules y blancos, claroscuros y luces tenues, quizás una metáfora de su alma atormentada; Gísella fue en algún momento una mujer feliz, pero ahora solo le impulsa el interés, la desesperación y la crueldad.

El ritmo de la narración es bastante uniforme, pero entretenido; el arreglo y las normas establecidas por Gísella comienzan bien, pero pronto derivan en su peor pesadilla, mientras pierde control de su apartamento y su cordura.

Por último, el primer largo de ficción de Kjartansdóttir es un excelente drama psicológico. La película está repleta de diálogos intensos, alardea de una puesta en escena refinada y demuestra el gran conocimiento de la profesión del actor por parte de la directora. Además, la banda sonora, compuesta por Kira Kira, encaja bien con la cinta, y lo hace con eficacia y sutileza.

The Deposit es una producción de Eva Sigurðardóttir para las compañías afincadas en Reikiavik Askja Films y Rebella Filmworks, con el respaldo del Icelandic Film Centre. Sena Film se encarga de la distribución en Islandia y el extranjero.

(Traducción del inglés)