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PELÍCULAS / CRÍTICAS

Crítica: Il Campione

por 

- El primer largo de Leonardo D'Agostini, con Stefano Accorsi y Andrea Carpenzano, es una convincente historia de amistad ambientada en el millonario mundo del fútbol profesional italiano

Crítica: Il Campione
Stefano Accorsi y Andrea Carpenzano en Il Campione

Desde que su amigo, el director y productor Matteo Rovere lo invitó a participar en Il Campione [+lee también:
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 (que se estrena en Italia el 18 de abril a través de 01 Distribution), Stefano Accorsi ha experimentado una especie de catarsis: de ser un drogadicto y ex piloto de rally en Veloz como el viento [+lee también:
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 ha pasado a ser un tranquilo profesor de historia con chaqueta de terciopelo. La transformación es tan grande que en una escena de la película, cuando conduce uno de los Lamborghinis de un futbolista rico y temperamental (Andrea Carpenzano), pisa el acelerador a fondo extasiado por el contraste con su Fiat Multipla.

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Aunque la dirección del principiante Leonardo D'Agostini carece de fuerza, Il Campione consigue su objetivo. Es una producción convincente que contiene una lección moral. Ambos elementos se combinan a la perfección y mezclan el espectáculo con temas más profundos. Pero sobre todo, saca partido al talento de su actor protagonista, Andrea Carpenzano (que se labró un nombre el año pasado con su intensa interpretación en Boys Cry [+lee también:
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, de los hermanos D’Innocenzo), que es “aprovechado” por su consagrado colega Accorsi. 

Carpenzano es Christian Ferro, un joven delantero de la Roma con el talento de Cristiano Ronaldo, que procede de un barrio periférico de la ciudad, considerado tan conflictivo como el distrito romano de Trullo. Por este motivo, es rebelde y no sigue las normas (al estilo Balotelli). En las primeras secuencias de la película, sus amigos lo examinan y lo acusan de haberse “limpiado” y, para demostrar que sigue siendo la misma persona a pesar de su sueldo de 3 millones de euros al año, de la publicidad y de los patrocinadores, se va de una tienda sin pagar la ropa que se ha probado. Es el último de una larga lista de despropósitos y el presidente del equipo (Massimo Popolizio) se ve obligado a buscar una solución para encauzar al jugador. Después de una serie de “entrevistas” con varios tutores que deberán preparar a Christian para su examen final de secundaria, el presidente contrata Valerio Fioretti, un profesor instruido y serio que no sabe nada de fútbol ni del gran negocio asociado a dicho deporte, y que nunca ha oído hablar del joven idolatrado por miles de fans. En este sentido, los jóvenes guionistas (Giulia Steigerwalt y Antonella Lattanzi, junto con el director) han empleado la clásica técnica de juntar a dos personajes completamente opuestos. El profesor, que tiene problemas económicos y que acaba de separarse de su esposa (Anita Caprioli) tras una fuerte discusión, intenta enseñar a un estudiante ultra ignorante que vive en una mansión repleta de Ferraris y Lamborghinis, rodeado de un séquito de amigos/parásitos enganchados a los videojuegos, una novia con 500.000 seguidores en Instagram, un padre gorrón y un agente frenético (Mario Sgueglia). El profesor no tiene tiempo para todo esto y mientras observa el pensamiento estratégico y la habilidad del delantero para leer el juego, descubre la forma de explicarle la Primera Guerra Mundial y las cosas importantes de la vida. Entre sus trucos para mantener los pies del chico en la tierra, también se encuentra Alessia (la promesa Ludovica Martino), que también es inmune a la fama y riqueza del jugador. Ella también creció en los suburbios de la ciudad junto a Christian y se paga sus estudios reponiendo las máquinas expendedoras en el centro de entrenamiento del equipo.

La película, producida por Matteo Rovere y Sydney Sibilia con Groenlandia y Rai Cinema, en asociación con 3 Marys Entertainment, ha tenido permiso del AS Roma para usar el logo y la equipación del club, así como para grabar dentro del Centro Deportivo de Trigoria, que aporta autenticidad a la historia y a las escenas de los partidos. De las ventas internacionales se ocupa True Colours.

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(Traducción del italiano)

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