22/03/2019 - En su logrado y multipremiado documental, que comenzó a recorrer las ciudades italianas el 21 de marzo, Daniele Incalcaterra relata su lucha personal contra la deforestación en Sudamérica

"¿Qué es más importante, los animales o la vegetación? —La vegetación. —Entonces, si no preservamos los bosques, ¿no podremos preservar nada? —Nada". Esta conversación inicial es clave para el resto de Chaco [+lee también:
tráiler
ficha de la película], un logrado documental de Daniele Incalcaterra y Fausta Quattrini. Después de pasar por varias muestras y llevarse unos cuantos galardones (mejor película de la competición nacional de Visions du Réel, el Premio Greenpeace en Mar de Plata y mejor largometraje documental en el florentino Festival dei Popoli), el film comenzó una gira por ciudades italianas la semana pasada, en el Día Internacional de los Bosques. 

En una época en la que los problemas medioambientales están tomando protagonismo, gracias a la proyección mundial del movimiento FridaysForFuture, el trabajo de Incalcaterra y Quattrini arroja luz sobre la deforestación masiva que afecta actualmente al Gran Chaco, un vasto bosque virgen que se extiende entre Paraguay, Argentina y Bolivia y que solo es superado en superficie por la selva amazónica. Pero los directores abordan el tema desde una perspectiva muy personal, pues el eje de la historia es la lucha de Incalcaterra por preservar una parte del bosque que heredó de su padre: 5000 hectáreas, un área equivalente a la mitad de París; un pequeño rectángulo en medio de cientos de miles de hectáreas propiedad de Tranquillo Favero. Esta empresa de inmenso poder es la mayor productora de soja de Paraguay (el país con la mayor tasa de deforestación del mundo) y está arrasando progresivamente ecosistemas enteros, remplazándolos con cultivos y tierras de pasto, cuyos productos exporta a una escala planetaria, ganando muchísimo dinero.

En cuanto que terrateniente, Incalcaterra podría enriquecerse también, pero sus sueños le han llevado en una dirección completamente opuesta: quiere transformar sus 5000 hectáreas en una enorme reserva natural con el evocador nombre de Arcadia, y devolver esta tierra a sus legítimos dueños, el pueblo indígena conocido como los guaraní ñandeva. Mientras asistimos a la erosionante lucha de Incalcaterra contra la burocracia del país y los tentáculos de los que tienen intereses económicos en la región, los espectadores descubrimos una realidad desconcertante: el negocio agrícola de Paraguay, donde una parcela de tierra puede venderse a varias personas al mismo tiempo, donde el estado lo sabe todo pero no hace nada, donde el primero que llegue se lo queda todo, "como en el Lejano Oeste" y donde las vidas de aquellos que quieren defender sus derechos pero no tienen poder no tienen ningún valor. El film se despliega como un thriller político, con el director presente en cada una de las escenas, hablando, ya sea en persona o por Skype, con expertos medioambientales, abogados, primeros ministros, pueblos indígenas, representantes de ministerios, senadores, amigos (entre ellos, el cineasta Marco Bechis), el expresidente de Paraguay Fernando Lugo y hasta el Papa Francisco, con quien el realizador se comunica por carta. No faltan tomas aéreas "robadas" que muestran niveladoras en acción en vastas extensiones de bosque, derribando todo lo que se cruza en su camino. Pero también hay momentos que sumergen al espectador en la zona de la reserva natural, sus "caprichosas" formas de vegetación y su fauna diversa, proporcionando al público el alivio que de vez en cuando necesita. 

Riguroso y muy minucioso, Chaco es un documental militante que toma una historia personal, un problema medioambiental y una sección transversal de la sociedad y combina estos tres elementos para obtener una narración bien articulada, dejando la puerta abierta a futuros desarrollos.

Chaco es una producción argentina, italiana y suiza de Start y Elefant Films, producida en colaboración con Rai Cinema y con el respaldo del  MIBAC (Ministerio de Bienes y Actividades Culturales de Italia) y el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina).

(Traducción del italiano)