16/02/2019 - BERLÍN 2019: Agnès Varda nos lleva a través de su carrera en el formato de una masterclass, con conversaciones, ilustraciones y encanto

Sexo y poder. Estas son dos de las palabras claves que Agnès Varda usa para describir lo que le interesa mientras habla de su carrera como directora, fotógrafa y artista de galería en Varda par Agnès [+lee también:
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entrevista: Agnès Varda
ficha de la película], que se estrenó a nivel mundial fuera de competición en la 69ª Berlinale. El mundo tiene suerte de que Varda esté teniendo una vida tan larga y prolífica como para seguir asistiendo a los festivales y haciendo películas, pues la cineasta es nonagenaria. En los últimos años, Varda ha presentado con entusiasmo su último documental, Caras y lugares [+lee también:
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ficha de la película] (nominado al Óscar), en varias muestras de cine. Ella es la persona de más edad que haya sido nominada en la historia a un premio competitivo de la Academia estadounidense, nominación que llegó pocos meses después de recibir el Óscar a la trayectoria. 

Todos quieren celebrar a Varda. 57 años después de hacer Cleo de 5 a 7, y aunque debería haber gozado del mismo estatus de leyenda que Jean-Luc Godard y François Truffaut, ahora los festivales de cine la agasajan de forma tardía. Varda recogió una estatuilla en la Berlinale e impartió recientemente una clase magistral en el Festival Internacional de Cine de Marrakech. El mes que viene, acudirá a Qumra, en Doha. Al darse cuenta de que no podrá mantener este calendario, la cineasta ha hecho esta cinta para enviarla en su lugar: una versión en vídeo de su clase magistral que dará la vuelta al mundo por ella. 

Sentada en una encantadora ópera, Varda lleva a los espectadores por su obra. Por supuesto, siendo la gran artista que es, rechaza un enfoque cronológico convencional, abordando su trabajo desde temas amplios y fragmentos. Tales fragmentos son películas, fotografías y trabajos para galerías. Se dividen en un "período analógico", desde 1954 hasta el 2000, y su período digital, desde el 2000 hasta la actualidad. Varda habla, normalmente sola, siguiendo el formato de una conferencia, pero a veces la acompaña un colaborador, como el galerista Hans-Ulrich Obrist, pero en ambos casos, la cineasta nos entretiene, comentando trozos de películas como Cleo de 5 a 7, La felicidad y Kung Fu Master.

Sus dos documentales recientes, Caras y lugares y Les Plages d'Agnès [+lee también:
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ficha de la película], también exploran la memoria, repasando la obra de la realizadora, pero tienen un sabor cinematográfico que no está presente en Varda par Agnès. En este film, la directora quiere poner en primer plano su motivación y sus ideas, antes que su brillantez como cineasta. Lo que queda claro es que ella observa el mundo de forma diferente que sus contemporáneos. Cuando recuerda 1968, reflexiona sobre las Panteras Negras de Estados Unidos y las marchas de mujeres, y evita evocar con sus gafas rosas el papel que desempeñaron los cineastas en las manifestaciones. El sexo y la política se entrelazan en su obra: nada sucede sin ellos, aunque no se mencionen explícitamente. 

Lo que resulta verdaderamente encantador en esta cinta es que funciona tanto para aquellos que busquen una introducción a la obra de Varda como para los que lo hayan visto todo. Lo más interesante es su entusiasmo por el trabajo en la galería y su creencia de que trabajar con tres pantallas le dio una nueva forma de mirar. Pero esa es la belleza de Varda: siempre ha tenido una nueva forma de mirar, y ha sido el mundo el que no la ha mirado suficiente, rechazándola por culpa de viejos prejuicios. 

Varda par Agnès es una producción de Ciné Tamaris y ARTE France. Las ventas internacionales están a cargo de mk2 films.

(Traducción del inglés)