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TURÍN 2018

Crítica: Ride

por 

- El debut como director de Valerio Mastandrea aborda el dolor del duelo con una gran intensidad emocional

Crítica: Ride
Arturo Marchetti en Ride

La imposibilidad de explicar el duelo y experimentar un dolor lejos de las normas sociales: esta es la temática del debut como director de Valerio Mastandrea, Ride [+lee también:
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, presentado hoy en competición en el Festival de Turín. Mastandrea es un actor con una trayectoria en el cine de autor italiano de 25 años, donde ha brillado por su autenticidad y su empatía (con directores como Marco Bellocchio, Nanni Moretti, Carlo Mazzacurati, Silvio Soldini, Carlo Mazzacurati, Marco Tullio Giordana, Paolo Virzì, Ferzan Ozpetek, Francesca Archibugi, Daniele Vicari y Daniele Gaglianone), y ahora ha dado por fin el paso al otro lado de la cámara, como hizo recientemente su compañera Valeria Golino, ofreciéndole el papel protagonista de su segundo film, Euphoria [+lee también:
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(proyectado en Un Certain Regard 2018). Y Valerio da el paso con el mismo ímpetu que siempre ha demostrado en su trabajo como intérprete, rodando una película pequeña con un gran impacto emocional. 

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Ride comienza una mañana de domingo con una conversación entre una joven madre, Carolina, y su hijo de 12 años, Bruno, sobre cómo vestirse para un funeral. Están sentados en la cocina de un apartamento pequeño en Nettuno, una ciudad costera en las proximidades de Roma. "El chándal de Borussia servirá, es negro con un poco de amarillo", dice el chico. La ironía desencantada de Mastandrea se nota desde esa primera conversación; el actor, que también es guionista, nació y se crió en el barrio popular romano de Garbatella, y tuvo una adolescencia complicada que fue su particular escuela de arte dramático. El muchacho se refiere al funeral de su padre, un trabajador de 35 años que murió en un accidente en una fábrica, durante el turno de noche. Mastandrea, junto con el coguionista Enrico Audenino, desarrolla la historia a lo largo de unas pocas horas, a tres niveles generacionales: el de la madre (Chiara Martegiani), el hijo (Arturo Marchetti) y el padre anciano del obrero fallecido (Renato Carpentieri). 

Carolina —guapa e inocente, desgarbada y socialmente torpe, álter ego de Mastandrea— es incapaz de llorar. La muerte ha aparecido de una forma tan repentina que se siente como suspendida en el tiempo ("¡Uno no se muere así, sin dejar tiempo para que nos entre en la cabeza!"). La mañana siguiente, mientras espera la hora del funeral, practica cómo parecer triste, fingiendo ser la examante de su marido que viene a visitarla.

A Bruno, en cambio, le encontramos en la terraza con un amigo, practicando cómo responder a las preguntas de los periodistas, que con toda seguridad querrán entrevistarle en el funeral. Y lo hace con la esperanza de que la chica que le gusta salga con él después de verle en la tele. Cuando se da cuenta de que no tiene ninguna posibilidad de conseguirlo, sale de noche con su bicicleta y rompe las esquelas de su padre, que se fue sin dar explicaciones. 

El padre del fallecido es un antiguo trabajador de fábrica, endurecido por años de trabajo, que vive en la playa y se pasa el tiempo pescando. Sus antiguos compañeros acuden pronto a su lado a darle su cariño, pero él no puede reunir el valor para ver a su hijo muerto. Para recordarle que él es el culpable del terrible destino de su hijo, está el hermano de este, Stefano Dionisi, que rebosa de dolor y furia hacia su padre, que fue quien envió a su hermano a trabajar con maquinaria. Tras apartarse de la influencia de su padre, Nicola se ha dado a una vida de crimen y ha vuelto para buscar justicia. Con cierto toque retórico, el director muestra nostalgia por las grandes luchas de los obreros contra los patrones del pasado, pero lo que más le interesa es la experiencia íntima de la pérdida, el "derecho a sentirse mal", en palabras de la protagonista, Carolina. Y la sobriedad sí que deriva en algunos momentos en una emoción grandiosa pero controlada. En definitiva, un excelente debut. 

Producida por Kimerafilm junto con RAI Cinema, Ride se estrenará en los cines italianos de la mano de 01 Distribution el 29 de noviembre.

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(Traducción del italiano)

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