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PELÍCULAS Portugal

Crítica: A portuguesa

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- La directora portuguesa Rita Azevedo Gomes se enfrenta a otro reto literario, cuyo resultado es una película rica y sofisticada

Crítica: A portuguesa
Clara Riedenstein, Marcello Urgeghe, Rita Durão y Guilherme Lopes Alves en A portuguesa

“La guerra está hecha de deudas, y la paz conduce a la corrupción y el vicio”. Son las palabras del obispo de Trento (Alexandre Alves Costa), mientras observa a su antiguo enemigo firmar el tratado de paz que pondrá fin a la guerra entre su episcopado y la familia von Ketten. No está claro en quiénes están basados realmente estos personajes, ya que a lo largo de la historia muchos obispos de Trento estuvieron envueltos en distintas guerras con los gobernantes de los territorios colindantes. Sin embargo, los hechos ocupan un segundo plano en A Portuguesa [+lee también:
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, dirigida por una de las figuras clave del cine portugués contemporáneo, Rita Azevedo Gomes, que vuelve a enfrentarse a un importante reto literario. Después de adaptar La colección invisible (2009), de Stefan Zweig, un relato de Jules Amedée Barbey d’Aurevilly en La vengan [+lee también:
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(2012), y tras su aclamado documental Correspondenc [+lee también:
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(2016), la realizadora lusa vuelve a demostrar su gran amor por la literatura clásica. A portuguesa se basa en la segunda de las tres historias que componen Three Women, de Robert Musi, y ha sido adaptada a la gran pantalla por Agustina Bessa-Luis. La cinta ha tenido su estreno internacional en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

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La película comienza con Ingrid Caven recitando el poema Unter den Linden (“Bajo el limonero”), del poeta medieval alemán Walther von der Vogelweide, con su característico tono desafinado. La actriz ofrece un marcado contraste entre el estilo del drama de época y su particular atuendo, un vestido moderno de color negro. A través de su poderosa interpretación, mientras deambula por las ruinas de un castillo cubierto por la maleza, Caven se convierte en una especie de narradora que canta las desventuras de la protagonista, la mujer portuguesa (Clara Riedenstein), y de su esposo, Lord von Ketten (Marcello Urgeghe).

Respetando la tradición familiar de no tomar como esposa a una mujer de la zona, von Ketten decide casarse en un país lejano, Portugal. Tras la luna de miel, el matrimonio se embarca en un largo viaje de vuelta al castillo familiar cerca del paso del Brennero, la frontera alpina entre Italia y Austria. El noble está ansioso por volver y encargarse de una larga disputa territorial, mientras deja a su esposa con los sirvientes y su bebé recién nacido, esperando su regreso. Avanzamos once años en el tiempo y las cosas apenas han cambiado, a parte del deteriorado estado de salud de von Ketten, causado por una simple picadura de insecto, y de la aparición de un nuevo “hereje portugués”, Dom Pero Lobato (João Vicente), un primo de la protagonista cuya presencia despierta rumores sobre su infidelidad.

Al adaptar el misticismo presente en la obra de Musil, en relación al marco temporal, el espacio y los personajes, con la intención de abordar los eternos errores del ser humano y su mayor pasión, el amor, Azevedo Gomes logra capturar la esencia de la historia original. Todas las localizaciones de la película, rodada en distintos puntos de Portugal, presentan similitudes increíbles con las descripciones del autor, como por ejemplo el ruinoso castillo de von Ketten.

Los tonos apagados del paisaje, envuelto por la niebla al pie de una montaña, imbuyen la metáfora de Musil sobre la disociación de los valores humanos de una mística aún mayor. Por otra parte, nos encontramos con el contraste de los tonos ámbar, ocre y azul prusiano dentro del castillo, al estilo de las primeras pinturas flamencas. Detrás del mágico estilo visual de la cinta está el veterano director de fotografía Acácio de Almeida.

A portuguesa es una obra rica y variada en lo que se refiere a sus personajes, y sofisticada en sus diálogos, plagados de referencias a grandes obras del arte, la literatura y el misticismo.

La cinta es una producción de Rita Azevedo Gomes y Basilisco Filmes, LDA. Basilisco Filmes se encarga de las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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