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CANNES 2018 Semana de la Crítica

Crítica: Nos batailles

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- CANNES 2018: La película de Guillaume Senez aborda la dificultad de compaginar vida familiar y vida profesional cuando un padre se encuentra solo con la carga de sus dos hijos pequeños

Crítica: Nos batailles
Romain Duris, Lena Girard Voss y Basile Grunberger en Nos batailles

Olivier está un poco perdido. Híper implicado en su trabajo, pendiente del bienestar de sus compañeros antes que del suyo propio, sale temprano y llega tarde, su familia y él llevan una vida con desajustes. A penas ve a Laura, su mujer, y a sus hijos. Laura sufre visiblemente sus ausencias. La sentimos a flor de piel, melancólica, confusa, e incluso esquiva. Además, una tarde, Laura no va a buscar a los niños al colegio. Ella ya no vuelve a casa. El frágil equilibrio que sostenía a la familia sobre un hilo se rompe bruscamente con esta repentina e inesperada desaparición.

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entrevista: Guillaume Senez
ficha de la película
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, la segunda película del realizador franco-belga Guillaume Senez, presentada en la Semana de la Crítica del 71º Festival de Cannes, sigue las reticencias de un padre de familia que debe aprender los difíciles códigos de aprendizaje que rige una nueva sociedad que él no ha anticipado. Sin darse cuenta, reproduce viejos esquemas patriarcales, en el momento en el que a su entorno le gustaría que viera las cosas de otro modo. Debe reconsiderar la familia y también el trabajo.

Por otra parte, la película sumerge a su personaje en el corazón del mundo del trabajo, de una sociedad repleta de nuevas e instantáneas tecnologías, donde luchar por sus valores exige una energía agotadora. Olivier, además de descubrir que debe hacer frente a una nueva situación en un ámbito privado, se enfrenta a los efectos del capitalismo 2.0, que ponen en peligro su compromiso sindical y sus convicciones más profundas.

Uno de los éxitos de Nos batailles es también el enfoque de la ausencia, ¿cómo hablar de una huida sin condenar a la desertora?, ¿cómo podemos imaginarnos la angustia de esta madre negligente sin explicarla explícitamente? Guillaume Senez lo consigue principalmente rodeando a su héroe de personajes femeninos fuertes, que tienen un discurso y una mirada franca y amable sobre la elección de Laura. Sin conocer las motivaciones, nadie duda de la verdad de su gesto. Allí donde ella esté, sufre, por supuesto. Hay que dar tiempo a la recuperación y encontrar en el camino un nuevo equilibrio.

La gestión del actor está a la altura de esas zonas de dudas donde el juicio debe quedar suspendido. En el papel de Olivier, en torno al cual gravitan los demás personajes, encontramos un impresionante Romain Duris. El actor es implacable, y parece estar particularmente contento con la composición de este importante papel y con el método de trabajo defendido por el director, quien no ofrece los diálogos a los actores, sino que los construye con ellos en el estudio. 

A su alrededor, las actrices son excepcionales. Lucie Debay toma el difícil papel de Laura, la madre resignada, que logra, en algunas escenas, encarnar toda la complejidad de su personaje. Laetitia Dosch sobresale una vez más, al igual que la enternecedora Laure Calamy, en el papel de la compañera de trabajo en pleno cuestionamiento personal y profesional, y Dominique Valadié  con el papel de madre de Oliver.  Mención especial también para los dos hijos pequeños, Basile Grunberger y Lena Girard Voss, que son asombrosamente naturales en su primer papel.

Nos batailles es producida por Iota Production y coproducida en Bélgica por Savage Film, y en Francia por Les Films Pelléas. Se vende internacionalmente por Be For Films, y será distribuida en Benelux por Cinéart (lanzado en Bélgica el 3 de octubre), y  en Francia por Haut et Court (el 10 octubre).

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(Traducción del francés por Cande Gómez Sánchez)

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