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PELÍCULAS Italia

Crítica: Se di tutto resta un poco. Sulle tracce di Antonio Tabucchi

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- Diego Perucci dirige el primer documental dedicado al famoso escritor: un viaje a través de su vida y los lugares en los que vivió en Italia y Portugal

Crítica: Se di tutto resta un poco. Sulle tracce di Antonio Tabucchi

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es el primer documental dedicado al famoso escritor, dirigido por  Diego Perucci y que está en los cines italianos desde el 16 de abril. Producido por  Giuseppe Cassaro y Samuele Rossi para Echivisivi, en colaboración con Dottor Cardoso, la película se estrenará en las principales ciudades italianas a través de Movieday.it, la primera plataforma italiana de películas bajo demanda, y después en televisión el miércoles 25 de abril a las 9:10 de la noche en laF la cadena de televisión de Feltrinelli (Sky 139).

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Seis años después de su muerte el 25 de marzo de 2012 en su querida Lisboa, la película rinde homenaje a Tabucchi, uno de los autores e intelectuales más importantes de finales del siglo XX, traducido a más de 18 idiomas y autor de una variedad de obras de arte como Notturno indiano y Sostiene Pereira. Tabucchi también fue el traductor a italiano de muchas obras de Fernando Pessoa, fue ponente universitario en Siena, Génova, Bolonia y uno de los intelectuales más activos y brillantes de nuestro tiempo.

Conducida por la voz narrativa de Giorgio ColangeliSe di tutto resta un poco es un viaje a través de la vida y las obras del escritor toscano a través de los lugares en los que vivió en Italia y Portugal. “Quizás este viaje pueda ofrecernos un poco de sabiduría, que el suelo que pisamos no nos pertenece”, dice la voz de Tabucchi, que nunca aparece en el documental. Como postales, las imágenes de sus lugares preferidos fluyen hacia la pantalla: de Siena a Vecchiano, su aldea natal (que él llamaba su “refugio”), antes de seguir hacia Génova, Florencia, Roma y llegando a Pisa y Reggio Emilia, lugares que han marcado su carrera literaria y académica. El viaje continua en ultramar: de Lisboa, la ciudad que es el centro de su larga carrera artística y donde se encuentra enterrado ahora, a Paris, donde se celebra el Fondo Tabucchi en la Biblioteca Nacional de Francia. Y son las personas que más lo querían quienes relatan su historia con una nueva y emotiva percepción: su mujer Maria José y su hijo Michele, quien destaca como su padre, que era una personalidad turbada e inestable que “se sentía aislado en su propio país”, era un ciudadano libre de un mundo libre. Además de amigos y colegas, incluyendo a los escritores Paolo Di Paolo y Maurizio Bettini, el crítico literario Paolo Mauri y el actor Massimo Popolizio. "Prefería tocar mi música no con un órgano, que es un instrumento que pertenece a las catedrales, pero con una armónica, que puedes guardar en el bolsillo, o un acordeón, que puedes llevar a las calles”. Un fragmento de sabiduría, la suya, que estaba destinado a ser el último. Un viaje que concluye en la capilla de los escritores portugueses en el Cemiterio dos Prazeres en Lisboa, donde Tabucchi fue sepultado junto a un cuaderno y una pluma. “Porque – recuerda el director – como Tabucchi solía decir, los escritores no pueden ir a ninguna parte sin tomar notas en cualquier momento posible en el tiempo”.

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(Traducción por Marta Quirós)

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