09/11/2017 - El cineasta noruego Arild Andresen explora los lazos paternofiliales con la historia de un viudo apesadumbrado que viaja a Colombia con su hijo adoptivo

Abordado generalmente desde la perspectiva de europeos que buscan niños en países desfavorecidos (como en Holy Lola) o desde el punto de vista del adoptado, la integración en su nueva familia y la relación con sus raíces (Vete y vive [+lee también:
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ficha de la película], etc.), el tema de la adopción es tratado con mucha más originalidad por Arild Andresen en Handle with Care [+lee también:
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ficha de la película], film presentado en competición en el 18º Festival de Cine de Arrás.

El realizador noruego (conocido por sus dos primeros largos, The Liverpool Goalie [+lee también:
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ficha de la película] y The Orheim Company [+lee también:
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ficha de la película]) ha decidido explorar la cara oculta y menos amable del proceso, llevándonos de Stavanger a Bogotá, partiendo de la falta de amor de un padre adoptivo y su intención de llevar a su jovencísimo hijo a su país de origen para librarse de él. Una situación inicial cuyo potencial antipático (después de todo, el protagonista es un occidental que trata de desprenderse de un niño inocente al que ha salvado de una vida trágica pero que ahora le parece una carga) queda desactivado parcialmente por el director con mucha habilidad (gracias al dolor asociado a la viudez) y que desencadena el viaje iniciático de los dos personajes principales a otro continente. 

“No es mi hijo. Solo teníamos en común a Camilla. Ahora, estamos los dos solos, y no llego a sentir nada más fuerte por él. ¿Acaso es inconcebible que haya un lugar mejor para él, en otra familia?” Desde la muerte accidental de su mujer, el noruego KJjetil (un excelente Kristoffer Joner, Amanda 2017 a mejor actor por La ola [+lee también:
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ficha de la película], aparece también en El renacido) ya no sabe qué hacer con el pequeño Daniel (Kristoffer Bech), un niño colombiano de seis años, adoptado dos años antes. Su trabajo en una plataforma petrolífera, su estado psicológico (la muerte de su mujer le ha devastado) y su poca proximidad afectiva con el niño (no sabe cuidar de él y se enfada muy fácilmente), que también está muy afectado por el fallecimiento de Camilla (“Te odio, dónde está mamá”), generan una animadversión recíproca y creciente que los asistentes sociales y psicólogos no logran aliviar (“Es demasiado tarde para pensar así: ahora eres padre”). Buscando desesperadamente una solución, KJjetil decide volver a Colombia con Daniel para encontrar a su madre biológica, comenzando así una investigación por Bogotá que parece una misión imposible, con la ayuda de un taxista (Marlon Moreno).

Mentiras a los demás y a sí mismo, acallamiento del sentido de la responsabilidad bajo pretextos falsos, arrebatos de culpa y dilemas morales: a través del complejo personaje de KJjetil y una trama perfectamente estructurada (firmada por el realizador, Hilde Susan Jægtnes y Jorge Camacho), Handle with Care analiza la doble cara de la adopción (padre/hijo, dos países, dos culturas) y el tema de los vínculos afectivos. El film, conmovedor a ratos y muy bien interpretado, no cae en el melodrama y logra dar un toque realista al viaje por Colombia, sin tratar de ahondar más de lo que lo harían avezados viajeros. Un buen distanciamiento y una eficacia narrativa que evolucionan un poco artificialmente hacia un final positivo; sin embargo, esto encaja con el sentido esencial de esta cinta sobre la comunicación afectiva y el autoconocimiento.

Producida por Motlys, Handle with Care fue coproducida por la compañía holandesa The Film Kitchen, la danesa SF Film y la noruega GOfilm. Las ventas internacionales están a cargo de la compañía francesa Playtime.

(Traducción del francés)