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TORONTO 2017 Wavelengths

Occidental: desmantelando prejuicios occidentales

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- TORONTO 2017: El segundo largometraje de ficción del artista francés Neïl Beloufa es una crítica estilizada de los miedos y prejuicios impulsados por el así llamado “mundo occidental”

Occidental: desmantelando prejuicios occidentales

El artista visual francés Neïl Beloufa se ha forjado una carrera de renombre: su trabajo se ha exhibido en multitud de galerías, museos y bienales de arte en todo el mundo. Como director de cine, su primer largometraje, el experimental Tonight and the People [+lee también:
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(2013), lo llevó a varios festivales, mientras que su documental más reciente, Desire for Data (2016), fue seleccionado en el festival Cinéma du Réel. Occidental [+lee también:
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es su segundo largometraje de ficción y acaba de celebrar su estreno en Norteamérica en la sección Wavelengths del 42º festival internacional de cine de Toronto.

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Una noche, en mitad de un disturbio en París, Giorgio (Paul Hamy,O ornitólogo [+lee también:
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) llega al Hotel Occidental, un lugar en el que todo parece seguir en los años 70. Allí se hace pasar por italiano y reserva la suite de luna de miel para pasar la noche con su compañero, Antonio (Idir Chender). La gestora del hotel, Diana (Anna Ivacheff), empieza a sospechar de ellos porque “no encajan” en el público habitual del lugar. Así, los sigue mediante las cámaras del hotel y, con la ayuda de la recepcionista Romy (Louise Orry-Diquero), tratará de desvelar el misterio por su cuenta o incluso llamando a la policía para que investigue. ¿Existe realmente una amenaza o no?

Beloufa elabora un concepto bastante inteligente e intrigante. Occidental no es otro hotel oscuro y poco convencional. En el oscuro recibidor, en los tenebrosos pasillos y en las habitaciones a la antigua late todo prejuicio o miedo que a la así llamada civilización occidental tanto le gusta barrer bajo la alfombra. Hablamos de la homofobia, una misoginia profana, racismo y discriminación sexual. Todo esto viene “ayudado” por la violación de la privacidad, la propaganda mediático-política y las especulaciones en torno a amenazas terroristas. Una secuencia de suma incorrección política encadena anecdóticos acontecimientos en este lugar oscuro y claustrofóbico. Se diría que nada es verdad y que, como Giorgio, todos mienten, o, lo que es aún peor, todo el mundo es cándido cuando expresa sus ideas. Este es el horror acecha en el corazón de Occidental.

El mismo hotel, construido por Beloufa en su propio taller, rezuma una atmósfera única. Su insólito diseño del set crea la ilusión de una identidad fechada, lo que destaca la proporción académica de la fotografía de Guillaume Le Grontec. El director perfecciona su puesta en escena en la medida de su profesión de artista: su pretensión visual retro enmascara la rabiosa actualidad de los temas con que trata, en especial las ideas de extrema derecha que poco a poco invaden la ideología europea actual, comiéndose el espacio de la diversidad. La pareja gay bien podría reemplazarse por cualquiera que busque refugio y cuyo perfil no encaje con una cierta imagen “ideal” e impostada. A Beloufa le bastan 73 minutos para demostrar algo aterradoramente obvio y el director evita la exposición austera o estricta que uno podría esperar en un primer momento. Al contrario, desnuda a lo absurdo de la intolerancia actual con la construcción de una narrativa cómica y una mezcla de géneros diferentes, desde el misterio hasta el thriller pasando por el romance. Beloufa no revela sus referencias, que van del existencialismo de Sartre a la estética de Godard o la cultura pop de Warhol, para burlarse igualmente del recato de la sociedad occidental, criticar sus miedos ridículos y sepultar sus peligrosas y moribundas ideologías.

Occidental es una coproducción francesa entre Jacques Dodart (Bad Manners), Neïl Beloufa Studio y Le Fresnoy Studio National des Αrts Contemporains. La también francesa MPM Film gestiona sus ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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