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BLACK NIGHTS 2016 Competición Películas Estonias

Pretenders: la fría fábula de una relación fallida

por 

- La ópera prima de Vallo Toomla es un estudio claustrofóbico con un toque metafísico de la dinámica de una relación con pocas posibilidades de éxito

Pretenders: la fría fábula de una relación fallida

Tras ser estrenada en la competición Nuev@s Director@s de San Sebastián como la primera película estonia en el programa del festival, Pretenders [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, el oscuro largometraje de Vallo Toomla, ha sido proyectado en la competición Películas Estonias del Festival Black Nights en Tallin. 

Parece que, como pareja, Juhan (Priit Võigemast) y Anna (Mirtel Pohla) han aprendido a tolerarse. Sus conversaciones son educadas y las tensiones subyacentes de su relación son indirectas. El ofrecimiento por parte de un amigo de pasar unos días en su casa de la playa parece un soplo de aire fresco. Al principio todo parece ir sobre ruedas, pero la inesperada aparición de una pareja hippie, interpretada desinhibidamente, pero con cierto tono amenazador, por Meelis Rämmeld y Mari Abel, desencadena una serie de acontecimientos. Tras verse sorprendidos por una tormenta, Anna les invita a quedarse, para disgusto de Juhan. Las diferencias entre ambas parejas son cada vez más evidentes y, poco a poco, la conversación adquiere matices sociales, políticos, sexuales e ideológicos, hasta que todo se va de las manos.

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Sin lugar a dudas, Pretenders, tarda en estallar, pero la tensión se mantiene magistralmente durante toda la película, gracias al cuidadoso estilo de las escenas, a los diálogos sugestivos, al resultado minimalista, pegadizo y oscuro del compositor letón, y a la presencia omnipresente del edificio de vidrio y cromo con pintas de laberinto que se reivindica como quinto personaje. Parece que la casa tiene distintos objetivos en el film: es una representación visual de la relación de Juhan y Anna, un espacio frío y monótono gobernado por la razón y el orden. Cuando la fachada empieza a desmoronarse y las cosas se rompen y cambian de lugar en la casa, la cortesía mutua de Anna y Juhan finalmente da lugar al rencor y al enfado. La casa, que supuestamente liberaría su relación, se convierte en una prisión modernista y transparente, un panóptico que es testigo del insignificante drama humano. Todo queda al descubierto. El experimento de la pareja burguesa de sentar cabeza fracasa estrepitosamente con la entrada en escena de la pareja hippie, que parecen ser todo lo contrario a Juhan y Anna, y quienes se dejan llevar por la casualidad, el impulso y el instinto, en lugar de por la razón y el sentido común. Las parejas chocan y son incapaces de entenderse, lo que da pie al clásico conflicto entre el orden y el caos. 

La progresión gradual hacia el conflicto podría haberse realizado de modo más suave y diplomáticamente, pero una vez que estamos ahí, Toomla le pone fin con un final trascendental que podría molestar a un público acostumbrado al estilo de la televisión y a las conclusiones sin ambigüedades, pero que podría atraer la atención de aquellos que aprecian la confusión y la libertad de interpretación. Pretenders es la ópera prima ambiciosa en términos psicológicos y artísticos de un director al que merece la pena seguir.

Pretenders ha sido producida por Amrion (Estonia) y coproducida por Studio Uljana Kim (Lituania) y Locomotive Productions (Letonia). 

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(Traducción del inglés)

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