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SAN SEBASTIÁN 2016 Sección oficial fuera de concurso

Colossal: esos pequeños grandes gestos

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- SAN SEBASTIÁN 2016: Nacho Vigalondo logra su obra más redonda y asequible con un cuento de múltiples capas, sobradas risas y mucha diversión, protagonizado por la estrella Anne Hathaway

Colossal: esos pequeños grandes gestos
Anne Hathaway en Colossal

Creerse lo increíble: ese gran milagro del cine –fantástico o no- se hace cuerpo en la cuarta película dirigida por el cántabro Nacho Vigalondo. Colossal [+lee también:
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consigue que nos creamos una de las historias, a priori, más disparatadas que hemos visto en la pantalla últimamente. Siempre en el filo, la narración bascula entre la comedia romántica norteamericana y la película de monstruos nipona, logrando que ambas casen maravillosamente. Tras su première en el Festival de Toronto, esta coproducción hispano-canadiense aterriza en la sección oficial del 64º Festival de San Sebastián fuera de concurso, donde el atrevido director de Los cronocrímenes [+lee también:
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la ha presentado con su habitual locuacidad.

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Colossal, aunque rodada en Vancouver y en inglés, es puro Vigalondo: sus habituales constantes, manías y miedos están aquí. Incluso alguna broma genuinamente española –y antimonárquica- salpica traviesamente los diálogos de un ingenioso guión escrito por el cineasta, un argumento que sedujo tanto a Anne Hathaway que no sólo aceptó el papel protagonista, sino que además ejerció de productora ejecutiva, consiguiendo que la financiación de la película llegase rápidamente. De hecho el film ya tiene distribuidor en Estados Unidos, lo que garantiza que conectará con un público más mayoritario que las anteriores del cineasta español.

Ese deseo de acercarse a más audiencia parece haber empujado también al director a elaborar su película más sencilla, con menos recovecos y sin tanto malabarismo espacio-temporal. Es verdad que la conexión entre los dos escenarios donde transcurre la acción encaja en esos espejos de dos caras que hemos visto en sus films anteriores, y el tiempo es un ingrediente fundamental en la resolución del conflicto principal, pero el germen oculto de todo lo que se nos cuenta es mucho más identificable y empático.

Por Colossal, bajo la apariencia de una de esas películas americanas de regreso al pueblo, desfilan críticas feroces al machismo, a las relaciones tóxicas y al miedo a volver al lugar donde uno nació y del que salió huyendo. Incluso arremete contra esa práctica tan extendida, gracias a internet, de hacer daño al prójimo amparándose en el anonimato y la distancia. Esto último ha empoderado al cineasta para realizar un dos por uno, pues la película contiene dos de géneros tan opuestos como la geografía donde suceden sus escenas, pero ambos tipos de films están grabados en el disco duro de la memoria de los amantes del cine palomitero.

Como conclusión, el personaje que interpreta Hathaway no es una heroína de acción, sino una mujer en crisis, con su lado oscuro y sobrados defectos, incluso con algún trauma escondido/olvidado: por eso no sólo sedujo a la ganadora del Oscar por Los miserables [+lee también:
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, sino también a todo aquel que vaya con la mirada limpia de prejuicios a pasar un rato estupendo viendo esta película ciertamente atípica, corajuda e inclasificable.

Colossal es una producción entre Brightlight Pictures y la española Sayaka Producciones Audiovisuales. De sus ventas se ocupa Voltage Pictures.

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