07/09/2016 - En su primer largometraje, el belga Luc Jabon se pregunta si la militancia puede vivirse sin violencia revolucionaria

El belga Luc Jabon tiene a sus espaldas una larga trayectoria como guionista y coguionista para realizadores como Gérard Corbiau, Marian Handwerker, Diego Martínez Vignatti y en numerosos documentales, varios de ellos dedicados a cineastas como Jaco Van Dormael, Bouli Lanners, Thierry Michel, Chantal Akerman o los hermanos Dardenne (L'Âge de raison, que también codirigió). Les Survivants [+lee también:
tráiler
ficha de la película] es su primer largometraje de ficción.

Luc Jabon se ha inspirado en los cuestionamientos ideológicos que han marcado su juventud y la sociedad belga de los años 70 y 80: ¿puede vivirse la militancia de otra manera que no sea a través de la acción? ¿La acción puede ser no violenta, o la revolución implica necesariamente la violencia? En Les Survivants, Jabon reflexiona sobre las repercusiones de este debate en aquella época, y qué queda de todo ello en la actualidad. 

Nicolas Roulet (Fabrizio Rongione) sale de la cárcel tras 18 años como prisionero. Encarcelado a los 19 años, ha pasado en prisión toda su vida de adulto. En su juventud, formó parte de un grupúsculo revolucionario que pensaba que para cambiar el mundo había que ejercer la violencia. Durante una de sus acciones, Nicolas hace de conductor en una operación que le cuesta la vida a un policía, que muere accidentalmente. Al salir de la cárcel, Nicolas desea sinceramente reinsertarse, encontrar un trabajo y, por qué no, empezar a vivir en pareja junto a Nadia (Erika Sainte), una joven imprevisible de la que se enamora perdidamente. En la casa okupa donde se aloja tras salir de prisión, Nicolas se encuentra con jóvenes contestatarios, así como con sus viejos amigos, que siguen luchando contra una sociedad en la que las injusticias y desigualdades no hacen sino crecer. Debatido entre su deseo de llevar una vida normal y ordenada y sus antiguos ideales, Nicolas se enfrentará una vez más a una decisión corneliana. 

"Todo vuelve a ser posible contigo, tú eres nuestro héroe". Esta elogiosa acogida, hecha a Nicolas por una generación más joven, que apenas existía cuando él fue encarcelado por un error que todavía lamenta, pone la semilla de la turbación en su alma. Aunque quiere sentar cabeza, hasta el punto de ir a buscar el perdón imposible del huérfano que dejó el policía fallecido en el atentado que perpetró su banda, a Nicolas le fascinan los nuevos avatares de la militancia. Mientras él finge que solo quiere integrarse, los jóvenes con los que comparte la casa okupa solo quieren librarse de una sociedad que juzgan demasiado violenta hacia los seres humanos y la naturaleza. Los frentes de la militancia se han desplazado, ya no se limitan al terreno de la política, sino que se extienden a la ecología (sabotaje de cultivos genéticamente modificados, paralización de convoyes de residuos nucleares) y a la protección de los datos personales (asalto a un centro de datos). El mundo ha cambiado, como Nadia le recuerda a Nicolas cuando él habla con nostalgia de la Albania de los 80, una de las peores dictaduras del mundo, en la que los jóvenes de su generación creían haber encontrado un ideal. ¿Dónde está la lucha en la actualidad, cuáles son las armas? Nicolas parece condenado a un destino que no logra comprender, en el que los errores más fatídicos se repiten una y otra vez. 

La película es una coproducción entre la compañía belga Iris Films y la luxemburguesa Iris Productions, con el respaldo del CCA, el Film Fund Luxembourg, Wallimage/Bruxellimage, la RTBF y el Tax Shelter. Iris Films gestionará esta semana el estreno en los cines belgas. 

(Traducción del francés)