12/08/2016 - LOCARNO 2016: El joven director griego Stergios Paschos ha presentado su primer largometraje, intenso y surrealista, en la sección Cineastas del Presente del festival suizo

Después de haber escrito y dirigido siete cortometrajes, haber recibido el apoyo de la empresa pública ERT y haber participado con su proyecto en el Script&Pitch y el FrameWork Project del Torino Film Lab, Stergios Paschos ha pasado por la alfombra roja del festival de cine de Locarno con su sorprendente primer largometraje Afterlov [+lee también:
tráiler
entrevista: Stergios Paschos
ficha de la película], seleccionado en el marco de la sección Cineastas del Presente.

Es verano en Atenas. Nikos (un sorprendente Haris Fragoulis), un treintañero de aspecto mitad hipster mitad hippy que sobrevive como músico, se cuida de la vida lujosa de un amigo productor. Los días pasan, solitarios y ociosos, entre cocktails improvisados en la piscina y caricias con el perro del propietario, que se parece más una marioneta de tela que un perro de guardia. Todo parece demasiado plano pero las apariencias, como suele ocurrir, engañan. Nikos está tramando un plan emotivamente maquiavélico. Incapaz de superar una historia de amor ya terminada, Nikos decide invitar a su ex, Sofia (Iro Bezou), a pasar algunos días con él en la casa. Sofia acepta con agrado sin darse cuenta de que, tras la invitación de Nikos, laten unas inquietantes verdades. Tras una noche aparentemente idílica, Nikos encierra a su ex en la villa para obligarle a confesar los motivos por los que decidió abandonarlo. ¿Dará sus frutos la estratagema?

Afterlov es una comedia agridulce post-ruptura amorosa, un condensado de ligereza adolescente (aunque los protagonistas están más cerca de los 30 que de los 20), de amor pasional y de imposibilidad para comunicarse. La aparente ligereza de la primera película de Paschos, una especie de ovni que recuerda a los directores independientes americanos como Alex Ross Perry o los hermanos Safdie, se insinúa bajo la piel, violentamente. Nikos y Sofia son dos personas (personajes) que no quieren crecer, incapaces de vivir juntos y al mismo tiempo aterrorizados por la idea de separarse para siempre. La inmensa villa que hace de marco de esta epopeya amorosa de tonos dramáticos se convierte en una prisión donde expresar el propio malestar, donde dar rienda suelta a los tormentos y las angustias. La cámara de Paschos sigue de cerca, mediante movimientos en estático, a los dos personajes cautivos, listos para dar la siguiente dentellada. Nikos y Sofia se muestran a menudo a través del filtro de los cristales, las puertas o los muros de la mansión, como si la pareja no pudiera, ni física ni emocionalmente, entrar en contacto. La naturaleza paradisíaca que circunda la morada se opone al drama que se está consumando entre sus cuatro paredes, subrayando así con fuerza su naturaleza claustrofóbica y violenta. Los personajes no logran, a pesar de innumerables intentos, expresar en palabras lo que sienten, presos de un mundo en el que la imposibilidad para comunicarse (los sentimientos) parece soberana. La cárcel obligada, en lugar de allanar las tensiones entre nuestros ex enamorados, aviva un fuego violento que no pensaban que aún quemara. El amor, la pasión, se transforman en un huracán incontrolado que desafía leyes, interpretaciones y hasta el sentido común. El amor como sinónimo de locura, entendida como libertad total, es el hilo conductor de una comedia que pone los ojos en blanco y pierde deliciosamente todo control.

Heretic Outreach gestiona los derechos mundiales del film.

(Traducción del italiano)