16/06/2016 - Protagonizado por el argentino Ricardo Darín y la española Inma Cuesta, este western pampero de Sebastián Borensztein reflexiona sobre la dificultad de exorcizar los errores pretéritos

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ficha de la película], coproducción entre Argentina y España, compitió en la última edición del Festival de Málaga, cosechando dos premios: al mejor actor de reparto –Óscar Martínez- y a la mejor fotografía, inspirado trabajo de Rodrigo Pulpeiro (leer la noticia). Dirigida por el cineasta argentino Sebastián Borensztein (Un cuento chino [+lee también:
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ficha de la película]), la película posee el reclamo de la presencia protagonista de dos actores siempre eficaces y creíbles: Ricardo Darín, con el Goya calentito tras recibirlo por Truman [+lee también:
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entrevista: Cesc Gay
ficha de la película], e Inma Cuesta, saboreando aún los aplausos cosechados con La novia [+lee también:
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entrevista: Paula Ortiz
ficha de la película] y Julieta [+lee también:
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Q&A: Pedro Almodóvar
ficha de la película], película que está obteniendo más éxito de público en Francia e Italia que en su propio país.

Rodada en interminables y, a la vez, melancólicos paisajes pamperos, Capitán Kóblic nos presenta al personaje del título (Darín), un hombre que carga con el lastre tremendo de un pasado que quiere dejar atrás a toda costa, pero éste le vuelve a la cabeza de manera recurrentemente dolorosa: son flashbacks que puntúan la acción pausada del film, que describe perfectamente el ambiente rural –no exento de bajezas, corrupción y miserias- donde transcurre. Un escenario que es puro limbo, un espacio casi sin tiempo donde Tomás Kóblic espera purificarse, expiar su culpa y renacer como humano mínimamente digno.

Pero allí, en ese páramo surcado por una avioneta fumigadora (todo un símbolo que aquí no vamos a desvelar, pero el espectador rápidamente entenderá), se topará con un rival (Martínez) que no sólo le recordará ese pasado que quiere enterrar, sino que intentará que pague por él. También este militar se topará con una mujer (Cuesta) atrapada por su dolorosa biografía, cuyos tentáculos infames llegan hasta el presente: reconocer en ella a una sensible alma gemela y ayudarle a romper las redes que la maniatan servirán de estímulo a Kóblic para desprenderse de su propio sentimiento de culpa.

Borensztein logra, con una realización que huye de la postal turística, pues no cae en la fácil tentación de presumir de los bellos escenarios naturales donde ha rodado, construir algo así como un western pampero y moderno, gracias a una trama donde los antagonismos están perfectamente dibujados, sin descuidar el elemento histórico y político de su mensaje: las atrocidades que se cometieron durante la dictadura militar de Videla en Argentina no pueden, ni deben volver a producirse. Abordar semejante asunto, peliagudo, incómodo y doloroso (algo que trató, en el caso chileno, el documental de Patricio Guzmán El botón de nácar [+lee también:
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ficha de la película]), desde una perspectiva de película de género que nunca carga las tintas y emplea la violencia sólo de manera –argumentalmente- justificada, suma puntos a su trabajo como cineasta que controla perfectamente las claves del western, ayudado por un elenco en armoniosa sintonía, con la andaluza (aunque nacida, accidentalmente, en Valencia) Cuesta hablando de manera muy creíble con el acento del interior de Argentina.

Capitán Kóblic es una producción de Pampa Films, Gloriamundi Producciones, Telefe, Direct TV, Endemol Shine Argentina y Atresmedia Cine. La distribuye DeAPlaneta.