email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

PELÍCULAS Francia

Avant l'aurore: un grito visceral y liberatorio

por 

- El intrigante y potente segundo largometraje de Nathan Nicholovich logró el máximo galardón del festival internacional de cine de Ginebra Tous Ecrans

Avant l'aurore: un grito visceral y liberatorio

Avant l'aurore [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, dirigida por Nathan Nicholovich, programada en la sección ACID del festival de Cannes y protagonizada por un David D’Ingéo en estado de gracia, consiguió el premio más importante de la competición internacional del festival internacional de cine de Ginebra Tous Ecrans

Tras su primer largometraje, Casa nostra [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, también seleccionado en ACID, Nathan Nicholovich prosigue su exploración de lo más hondo de los cuerpos, allí donde late con más fuerza el corazón, donde anidan los sentimientos más difíciles, a veces imposibles de explicar. Pocos son capaces como el joven director francés de liberar esa belleza herida y sincera, esa magia que brota del encuentro entre un personaje y un actor a flor de piel. Su habilidad para desencadenar la interpretación, para “robar” a los actores esa sinceridad instintiva que radica en sus vísceras, es absolutamente extraordinaria, refrescante y liberatoria. 

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Avant l'aurore transcurre en una Camboya asolada por el espectro de los crímenes cometidos por los Jemeres Rojos y en la que habita por un personaje enigmático y magnético: Miranda, reina de los bajos fondos de Phnom Penh. A sus 45 años, Miranda, un travesti francés que sobrevive prostituyéndose, trata de bloquear el tiempo construyéndose una coraza de botulina contra la que sus sentimientos rebotan para asentarse en lo más profundo, hermético e inexpugnable de su ser. Quien luchará contra este guerrero artificial será una niña (la emocionante Panna Nat) que escapó de la trata de blancas del crimen organizado y se pega a su piel con la obstinación instintiva y desesperada características de la infancia. 

Avant l'aurore es el retrato sincero hasta la crueldad de un ser aparte que fluctúa por encima de las diferencias de género, que se nutre de ellas para crear algo nuevo: un hombre, una mujer, un mundo propios. Las heridas de Miranda pertenecen únicamente a ella (nunca nos explica Nathan Nicholovich cómo acabó en Phnom Penh). Lo que busca no es la redención sino la gracia, la osmosis soñada entre los opuestos que la habitan y que la iluminan desde dentro. Hay sombra en el pequeño y violento universo de Miranda, sin duda, pero ésta no es presagio de mal augurio; al contrario, es el espacio indispensable en el que poder soñar y sumergirse en el horror de los propios recuerdos para salir liberado. Como una joven Nan Goldin, Nathan Nicholovich acaricia los cuerpos heridos y accidentados de sus protagonistas sin miedo de acabar infectado por su sufrimiento. Su mirada, como un bálsamo curativo, penetra en lo profundo de su carne para que aflore la verdad, para expurgar un dolor al que ya no saben dar un nombre.

El drama vivido por Miranda y Panna nunca se explicita en la narración; lo que expresa su malestar y su esperanza son sus propios cuerpos: exhibidos, maltratado (pensemos, por ejemplo, en la escena en que la niña se mutila con un trozo de vidrio) y, por fin, perdonados. Filmando el interior de sus cuerpos, la expresión involuntaria que estos expresan, Nicholovich libera el grito que encierran. Panna, paralizada en su mutismo, acaba convirtiéndose al final de la película en voz (la que relata su propia historia) y recuperando esa consistencia que llamamos humanidad. Avant l'aurore es una obra que hace el bien porque nos permite vivir nuestras contradicciones sin sentirnos culpables, alejados años luz de aquella cursilería sabiamente reglamentada y abundantemente circundante. Miranda vive profundamente, experimenta en sus propias carnes un dolor, un horror tan fuerte que se transforma en belleza, en catarsis. Espléndida. 

La empresa del propio Nicholovich, nombrada asimismo D’Un Film L’autre, se encarga de las ventas internacionales de la película.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del italiano)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy