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BLACK NIGHTS 2015 Forum

Call Me Marianna: relato de una lucha que no termina

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- El primer largometraje documental de Karolina Bielawska se proyecta en la sección "Forum" del Tallin Black Nights Film Festival

Call Me Marianna: relato de una lucha que no termina

El primer largometraje documental de Karolina Bielawska, Call Me Marianna [+lee también:
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ficha de la película
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, ganó cuatro galardones en el Festival Internacional de Cine de Cracovia antes de llevarse el premio Zonta Club de Locarno, que se otorga en reconocimiento a un director cuyo film contribuya de manera especial a promover la justicia, la solidaridad y una actitud ética. Ahora, la cinta se proyecta en la sección "Forum" del Tallinn Black Nights Film Festival.

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Cuando vemos por primera vez a Marianna, nos encontramos con una mujer atractiva que tiene más de 40 años. Vive sola con un gato. Muy pronto, descubrimos que Marianna está confinada a una silla de ruedas, que apenas puede hablar y que no puede mover su mano izquierda, pero a pesar de todo, trabaja en una obra de teatro con dos actores.

Antes, Marianna era un hombre; ahora está recibiendo terapia hormonal mientras mantiene litigios con su familia. En Polonia, para cambiarse de sexo, hay que contar con el permiso de los padres, sin importar la edad. Marianna ha tenido que demandar a sus padres para obtener el derecho a la cirugía de reasignación de sexo, algo que desea más que nada en el mundo.

Parece estar ganando la batalla: consigue el permiso, y la operación, que tiene lugar en Gdansk, sale bien; además, ha conocido a un hombre que la acepta tal y como es. Sin embargo, el futuro le reserva problemas inesperados: el precio de afirmar su propia identidad sexual será muy alto para Marianna.

El planteamiento del film se divide en documental puro —el relato del día a día de la protagonista— y el seguimiento de su trabajo en la obra de teatro, mediante la cual Marianna se enfrenta a su pasado. Estuvo casada durante 25 años y tuvo dos hijos, y ahora intenta reestablecer contacto con Kasia, su exmujer. Esta estructura tiene la doble función de acercarnos más a Marianna y de brindarnos una mayor comprensión de los problemas a los que se enfrentan las personas transgénero. La situación entre Marianna y sus padres, por ejemplo, es esperable en un país tan profundamente católico como Polonia, pero el hecho de que Marianna siga siendo muy religiosa no lo es tanto.

Lo que es más importante, aunque uno se esperaría el rechazo de los padres —que son viejos y conservadores—, llama la atención que toda la sociedad parece estar excluyendo a Marianna, o al menos esa es la impresión que da la película. No hay ninguna escena en la que la protagonista sea el blanco de odio explícito, pero, durante la mayor parte de la cinta, Marianna está sola. Tiene una amiga que aparece de vez en cuando; pero cuando viaja a Gdansk para la cirugía de cambio de sexo, nadie la acompaña. Su gato es su única compañía constante en su vida diaria, una presencia amable, pero que no llega a aliviar la sensación de soledad.

Call Me Marianna es un documental conmovedor, perturbador por momentos —y en algunas escenas, devastador— sobre un tema que no perderá su actualidad ni a corto ni a medio plazo. Por más que queramos felicitarnos por la sociedad librepensadora que hemos construido, con solo acordarnos de Marianna nos daremos cuenta de que la lucha todavía va a continuar por bastante tiempo.

Call Me Marianna es una coproducción de Studio Fimowe Kalejdoskop y la televisión nacional polaca, TVP. La londinense Film Republic gestiona las ventas en el extranjero.

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(Traducción del inglés)

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