22/09/2015 - VENECIA 2015: Todavía no lo sabéis, pero existe un antes y un después de esta gran película, un regalo del fotógrafo Yann Arthus-Bertrand. Te deja tocado mucho tiempo después de verla

La 72ª Mostra de Venecia acogió el 12 de septiembre (a la vez que las Naciones Unidas y 500 cines franceses recibieron una copia), el documental de los documentales, una obra de una belleza e intensidad indescriptibles, un acto de amor puro titulado Human [+lee también:
tráiler
ficha de la película] que hace vivir una experiencia inolvidable, poderosamente física, además del modo irresistible en que se apodera de tus glándulas lacrimales. Esta película te da un golpe en el corazón que se siente mucho después, pesado como el cemento, ligero como una pluma.

¿Cómo decirlo…? Piensa en la palabra "humano". Imagina todo aquello minúsculo e inmenso que te evoque: vulnerabilidad, generosidad, crueldad, miedo, muerte, inocencia, tristeza, familia, amor, esperanza… Todo está ahí, en Human de Yann Arthus-Bertrand, en toda la delicada y pura complejidad de la película, en solo 3 horas durante las cuales desfilan los rostros y relatos recogidos durante más de dos años en unos sesenta países e innumerables lenguas. Estas personas de todas las edades, colores y lugares abren su corazón con la misma sinceridad conmovedora, con la misma verdad. Todas ellas, al responder a las mismas preguntas, nos hacen seguir un camino diferente hacia un mismo destino, un lugar que no puede describirse con palabras, pero del que todos sabemos que es el corazón mismo de la idea de lo que significa ser humano.

Así, al negarse a reducir a la humanidad a una palabra, Human, surge la más bella de las síntesis. Al mostrarnos lo que ha estado siempre ahí, se anuncia. Al exaltar el hecho de que cada individuo es único, nos recuerda que eso es en lo que todos nos parecemos. Esta película en la que "salimos mejor" (o, al menos, esta es la experiencia y la voluntad del autor) es la palabra perfecta, ya que es la palabra que deja a los otros.

El impacto visceral que todo ser humano de constitución normal sufre con esta película se duplica por la majestuosidad conmovedora de imágenes de una belleza imposible que el célebre fotógrafo, conocido por sus fotos de la Tierra vista desde el cielo, intercala con los miles de relatos íntimos y singulares que escuchamos con admiración. La música grandiosa y poderosa que completa la obra consigue alejarte de la bajeza que a menudo caracteriza a este mundo para transportarte a las nubes, ahí donde todo se perdona y reconcilia.

Si es cierto que el cine, el arte en general, puede cambiar el mundo, Human es esta obra universal tras la cual no se puede ocultar su conmovedor mensaje. En este sentido, solo podía presentarse (gracias al apoyo de las fundaciones Bettencourt Schueller y Goodplanet) como una producción no comercial, de la cual Yann Arthus-Bertrand invita a todo el mundo a pedirle una copia (consultar la página).

(Traducción del francés)