email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

FESTIVALES República Checa

Kooky tira de los hilos de las emociones

por 

La película de Jan Svěrák Kooky [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, en concurso en Karlovy Vary, es una desbordante muestra de imaginación que encandilará a pequeños y a mayores al combinar con ingenio el arte del titiritero y la acción. Aunque esta cinta se sale de la producción habitual de Svěrák, los fans de sus anteriores películas escritas en colaboración con su padre, Zdeněk Svěrák, pueden estar tranquilos: los diálogos siguen siendo igual de agudos que en Kolya o que en Sueños de juventud [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

Ondra es un joven asmático –interpretado por el hijo del director, Ondřej Svěrák– a quien separan de Kooky, su osito de peluche. En pleno ataque de asma, Ondra sueña que Kooky se escapa de milagro del vertedero y va a parar a un bosque poblado por espíritus diminutos. Hergot, un guardián de malas pulgas –a quien Zdeněk Svěrák pone voz–, intenta echar a Kooky, pero cuando las autoridades del vertedero reclaman a Kooky de vuelta aludiendo a su condición de basura, Hergot decide interponerse.

Todos los aspectos técnicos de la película son sobresalientes, al igual que el trabajo con las marionetas, que a veces recuerda a las de Cristal oscuro de Jim Henson o a los efectos que George Lucas empleó en La guerra de las galaxias. Svěrák y su equipo terminan de bordar la ilusión al situar la cámara entre plantas y animales.

El argumento contiene suficientes emociones para chicos de seis años de edad (por desgracia no aparecen chicas en la película), incluidos aquellos acostumbrados a las persecuciones hollywoodienses. La película también da crédito a la inteligencia de los más pequeños. Las bromas amables sobre la edad y el sexo son un guiño no tanto para los adultos como para los críos, que son más inteligentes de lo que sus padres creen.

La historia ofrece mucho material para la reflexión mediante la inyección de dosis de temas muy serios –xenofobia, abuso de poder, mortalidad– teniendo siempre en cuenta el público infantil al que van dirigidas. Se trata, en fin, de una película emotiva y provocadora sin que por ello llegue a ser anárquica: el bien triunfa al final y el orden moral queda reestablecido.

La opción del director por un deus (o, mejor dicho, canis) ex machina para llevar a Kooky de vuelta a casa puede decepcionar a algunos; también las buenas intenciones de la aceptación final de su marcha, que se antoja excesivamente melodramática y abre la posibilidad de una secuela. Sin embargo, Kooky es, a fin de cuentas, un conjunto ganador.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del inglés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy