08/09/2002

Se mantienen los resultados del cine francés en el mundo. Tras un año 2001 excepcional (125% de aumento), las películas en lengua francesa tendrían que obtener un resultado similar en el 2002. Daniel Toscan du Plantier, presidente de Unifrance (organismo encargado de promover el cine transpirenaico en el exterior) revela las últimas tendencias: en los primeros siete meses del año los largometrajes franceses han atraído a 26,4 millones de espectadores, contra 37,1 en 2001 y 17 millones de promedio en los años anteriores.
Esta espectacular subida (207 millones de euros en taquilla en 2001) se explica por una oferta más amplia. “Cuantas más copias hay, más salas, y cuantas más salas, más posibilidades de clientes”, resume Toscan du Plantier. El cine francés seduce a un público cada vez más joven, sin perder su reserva de aficionados al cine de autor. Pero el éxito se debe también a la calidad de las películas “made in France”.
Líder indiscutible Amelie, que alcanzó los 9,7 millones de espectadores el año pasado en el extranjero y acumula desde su estreno 21 millones de entradas en cines fuera de Francia. Pero también otras películas han obtenido buenos resultados: desde Ríos de púrpura de Kassovitz (4,4 millones de espectadores), Pacto de lobos (3,8 millones, hasta Taxi 2, producida por Luc Besson, y La pianista de Michael Hanele, con Isabelle Huppert.
El primer mercado para el cine francés es la propia Europa, que representa el 64 por ciento de los ingresos (con Italia nuevamente como primer cliente), pero pierde terreno ante América del Norte (19 por ciento), Asia (10 por ciento) y América Latina (6 por ciento).
Para terminar, el conjunto de películas producidas o coproducidas mayoritariamente por Francia estableció el año pasado un récord de los últimos diez años, con un total de 62,5 millones de entradas vendidas en todo el mundo, correspondiente a casi 300 millones de euros de taquilla.

(Traducción del francés)