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Michal Drobny • Distribuidor

European Distributors: Up Next! - Eslovaquia

por 

Michal Drobny es director de marketing de la distribuidora eslovaca Continental Film. Este año asiste por primera vez a San Sebastián, donde espera entablar contactos y quiere llevarse información a casa para ayudar al gobierno de su país a apoyar la distribución cinematográfica. “Desde mi punto de vista, muchos países pequeños comparten los mismos problemas”, dice.

En Eslovaquia se venden de 2,5 a 3 millones de entradas al año. “Para nosotros, una película tiene éxito si consigue entre 10.000 y 15.000 espectadores", explica Drobny. “Quizás una de las películas de Harry Potter pueda vender 200.000 entradas.”

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Continental estrena de 30 a 40 películas por año y le debe en gran parte a su colaboración con Warner Bros su cuota de mercado, que se sitúa entre el 20 y el 30%.

Continental también tiene un acuerdo de distribución con Hollywood Classic Entertainment, que a menudo adquiere los derechos de películas europeas y de autor para numerosas zonas de Europa del Este al mismo tiempo. Continental compra otros títulos a través de negociaciones directas con los productores, en general en la República Checa. Drobny acude rara vez a certámenes, con excepción del de Berlín. Este año es su primera visita a San Sebastián.

Continental, que suele ocupar todos los años el segundo o el tercer puesto en la clasificación de las mayores distribuidoras eslovacas, dispone de unos márgenes bastante estrechos. Drobny no envidia a los distribuidores que sólo trabajan con cine de autor. “No entiendo cómo sobreviven con esos resultados de taquilla”, asegura.

Continental tiene una participación del 30% en la cadena de multicines eslovaca Cinemax, que abrirá su noveno cine en Kosice en septiembre. Continental gestionaba antes el único cine de arte y ensayo de Bratislva, el Kino Tatra, hasta que los propietarios del edificio decidieron transformarlo en un salón de congresos.

El dinero público representa una pequeña parte del presupuesto operativo de Continental. El Ministerio de Cultura eslovaco concede ayudas de hasta 160.000 coronas eslovacas (5.500 euros) para la distribución de filmes europeos. “Eso cubre el coste de dos o tres copias”, dice Drobny.

Continental recibe además financiación a través del plan de apoyo automático del programa MEDIA, que abona de 40 a 60 céntimos por entrada para las películas europeas.

Drobny reconoce que estas ayudas públicas son bienvenidas, pero rara vez son suficientes como para suponer una diferencia real para las distribuidoras. “Una copia de una cinta estadounidense cuesta 300 dólares [210 euros]. En el caso de una película europea, el coste de la copia se sitúa entre los 1.000 y los 1.500 dólares [entre 700 y 1.000 euros], y aún me queda pagar todos los soportes publicitarios y el coste de los subtítulos”, añade. “No debería sorprendernos que las películas americanas estén en todas partes.”

De este modo, pocas películas europeas consiguen distribución en Eslovaquia. Excepcionalmente, Cinemax promociona el cine europeo y de autor por medio de su programa Artmax, gracias al cual se proyectan películas independientes una vez a la semana, a veces de forma gratuita. Actualmente, entre los títulos de esta selección se incluyen Good Bye, Lenin! [+lee también:
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Asimismo, Continental y Cinemax están creando en colaboración con la embajada de España unas Jornadas Españolas en las que se rendirá tributo al cine español y que se celebrarán en las instalaciones de Cinemax en noviembre.

Drobny espera que el cine digital ayude a las pequeñas distribuidoras, pero cree que tendrán que pasar entre 10 y 15 años antes de que los grandes estudios se pongan de acuerdo sobre un formato común. Aun entonces, los costes de conversión de las pantallas representarán un desafío para el sector privado. “Cuesta de 3 a 4 millones de coronas eslovacas [de 100.000 a 132.000 euros] instalar un sistema digital de 2K y tenemos 37 pantallas, así que es mucho dinero”, explica. “Nos gustaría invertir pero tardaremos mucho tiempo en amortizar la inversión”.

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