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Carlos Saura • Director

Fado ibérico

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- Carlos Saura • Fado ibérico

Carlos Saura, una de las principales figuras del cine español de las últimas décadas, aceptó el reto de hacer una película sobre el fado, el genero más tradicional del universo musical portugués. En una elección ingeniosa, el cineasta de 76 años la ha titulado Fados [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, en plural, subrayando así un abordaje heterogéneo y subjetivo del tema. Lejos de comentarios pedagógicos sobre sus orígenes y apartándose de concepciones narrativas, la película abre una pasarela entre la tradición y la modernidad, construye puentes entre Portugal, Brasil, África – y España – y se asume como siendo menos una película sobre lo que el fado es y más sobre lo que podría convertirse en el mundo globalizado el siglo XXI. Coproducido por Zebra Producciones (España) y por Fado Filmes (Portugal), este documental atípico conquistó la segunda posición entre las películas nacionales más taquilleras del año de 2007 en Portugal y se prepara en 2008 para estrenarse en más de 80 territorios.

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"Es una mirada distinta de la que se podía esperar porque he querido ampliar un poco más el mundo del fado, no quería quedarme solamente en la idea de la saudade del fado más ortodoxo. Por eso me he tomado algunas libertades como la inclusión de artistas extranjeros y la introducción del baile, aunque el fado en general no se baile", nos explica Carlos Saura. Entre los invitados extranjeros están dos leyendas de la música brasileña, Chico Buarque y Caetano Veloso, al lado de importantes nombres del fado, como Carlos do Carmo y Mariza, mientras que las coreografías tienen la firma del bailarín alemán Patrick de Bana. "Algunos nombres se han impuesto naturalmente', sigue Saura, "Jóvenes talentos como Mariza y Camané son maravillosos. Caetano hace un homenaje muy bonito a Amália Rodrigues y la mejicana Lilla Downs canta el único fado de toda la película que tiene un argumento. Me gustaba mucho porque me permitía contar la historia del triangulo entre dos mujeres y un hombre y construir une coreografía a partir de ella. Pero muchos otros artistas maravillosos quedaron fuera de la película…"

Para Saura, como español, hacer un documental sobre la canción de Portugal fue "un riesgo", aunque la rivalidad histórica entre los dos países pertenezca al pasado. "Trabajar con los artistas portugueses en este proyecto fue una experiencia maravillosa. Creo que la Historia nos ha separado, pero no me parece que estemos tan alejados uno del otro como antes. A mí siempre me pareció que lo que necesitábamos era una república ibérica con varias capitales: Madrid, Lisboa, Barcelona… ¡Igual voy aun más lejos que Saramago!", añade irónicamente, refiriéndose a la polémica lanzada el año pasado por el Nóbel de la literatura portugués que apeló a la unión de los dos países.

Si los dos países están ahora más cercanos, ¿qué es que lo que más le gusta a Saura del cine portugués actual? "No conozco nada del cine portugués pero tampoco conozco casi nada del español. Desgraciadamente soy un hombre muy ocupado, tengo poco tiempo (risas). La verdad es que nunca he sido un gran cinéfilo. Empecé como fotógrafo, de echo aun lo soy. Hace muchos años estaba preparando un libro de fotografía sobre España y al final pensé que quería hacer un documental, porque la fotografía era una cosa demasiado estática. Las fotos no tenían sonido y no bailaban tampoco. Entonces hice un par de documentales y luego me dediqué al cine de ficción. Creo que fue un proceso natural, pero no, nunca he sido un cinéfilo".

Con el pasar de los años y un reconocimiento internacional cada vez más grande, Saura ha mezclado los géneros – ficción, documentales, musicales – y, ahora, Fados sigue el mismo estilo plástico de sus películas sobre música, dirigidas en los últimos años. Se rodó en estudio siguiendo una estética altamente teatralizada que incluye además preciosos juegos de espejos y diversas proyecciones. "El director de fotografía Eduardo Serra rodó unas cuentas tomas en Lisboa, pero sólo las hemos utilizado como proyecciones. El resto de la película se rodó en Madrid, en un estudio, que he decidido enseñar en la última escena. Rodar en estudio es una opción que tomé desde hace años. En el caso de Fados además, quería eliminar todo ruido de calle, para que el efecto musical fuera lo mejor posible. También he querido sacar a los artistas de su ambiente natural para que pudieran crear algo nuevo en un ambiente nuevo. Y, sobre todo, me gusta mucho la idea del teatro dentro del cine. Es una realidad que tiene algo de extraño, pero hay que seguir buscando nuevas direcciones".

La nueva dirección del cineasta ya está definida. Su próxima película se llama Io, Don Giovanni y ya está parcialmente rodada. La segunda parte del rodaje está pendiente de un desbloqueo de fondos. Coproducido por tres países europeos y con el apoyo de Eurimages, la película tiene un abordaje visual semejante al de Fados, pero ahora se introducen elementos biográficos: "Está basada en la vida de Lorenzo da Ponte, que trabajó con Mozart en Don Giovanni,” resume Saura, “Era un personaje muy interesante: un judío convertido al catolicismo, un amigo de Casanova, a quien le encantaba vivir y emborracharse. Le echaron de Venecia y terminó en Viena, donde colaboró con Mozart en tres operas. Una vez más, hemos recreado Venecia en estudio y haremos lo mismo con Viena, ahora en la segunda parte. No quería hacer una cosa realista. El cine realista me aburre. Y creo que el costumbrismo ya está agotado.

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