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Stefan Ruzowitzky • Director

"Me enfrenté a la realidad a través de una película"

por 

- Stefan Ruzowitzky • Director Oscar 2008

La película austriaca Los falsificadores [+lee también:
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, dirigida por Stefan Ruzowitzky, es uno de los candidatos para el Oscar a la mejor película en lengua no inglesa. Entrevistamos a su director, que se encuentra en Roma para la presentación de la película en el país transalpino, donde se estrenará el 1 de febrero de la mano de Lady Film. El protagonista de la historia es Salomon Sorowitsch, interpretado por Karl Martkovics, falsificador de talento y un poco bohemio que fue transferido en 1939 del campo de concentración nazi de Mauthausen al de Sachsenhausen, donde aceptó participar en la Operación Berhard, cuyo objetivo era falsificar e imprimir millones de libras esterlinas y dólares para hundir la economía de los países rivales.

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El protagonista es un anti-héroe, a través del cual Ruzowitzky ha mostrado un punto de vista distinto sobre el genocidio, como lo han hecho por ejemplo Art Spiegelman con la historieta "Maus", que muestra los puntos débiles del padre hebreo, y recientemente Jonathan Littel con la novela "Las Benévolas", que describe a los nazis como seres humanos normales: "No eran psicópatas", explica el realizador. "Era gente que cumplía órdenes. Y yo mostré al Kommandant de las S.S. como un padre que tiene un trabajo: asesinar".

Cineuropa: ¿La idea surgió después de haber leído el libro en el cual está basado la película, "Devil's Workshop" de Adolf Burger?
Stefan Ruzowitzky: Fue una extraña coincidencia porque hubo dos productores que me propusieron realizar el mismo proyecto en el espacio de dos semanas. Y entonces lo interpreté como un signo del destino. Para mí, que soy austriaco, era muy importante afrontar este tema. En Austria los partidos populares de derecha FPÖ e BZÖ, con su intolerancia cercana a la ideología nazi, tienen el 20% de los votos y pueden participar activamente en el gobierno del país. La mejor manera para expresar mi desacuerdo era realizar una película.

¿Cómo fue acogida la película en los países donde ha sido presentada?
El nazismo todavía es un tabú. La película fue un éxito en todo el mundo. El único país donde no ha funcionado ha sido Alemania debido a que nuestra generación es consciente del hecho de que nuestros abuelos cometieron crímenes terribles, y no sabemos cómo afrontar esta realidad. Yo tuve la posibilidad de hacerlo con mi película.

¿Cómo fue la colaboración con Adolf Burger?
Nos vimos varias veces, y al principio estaba nervioso porque tenía que discutir con un hombre que vivió la experiencia de los campos de concentración y que logró contarlo en un libro. Burger ha dado muchísimas conferencias en escuelas, recibió decenas de cartas de estudiantes, sabía cuánto era importante transmitir su historia y cómo hacerlo y esto nos ha ayudado mucho en la realización del guión.

¿Qué tipo de emociones experimentaste durante el rodaje?
Cuando se rueda una película hay problemas cotidianos de vestuario, maquillaje, cuestiones técnicas que durante dos meses ayudan a no conmoverse en cada escena. Pero cuando Burger y Plapper, los últimos sobrevivientes, visitaron el plató fue sin lugar a dudas uno de los momentos más emocionantes. Me di cuenta que no estábamos solamente haciendo una película, sino que esta historia era real, y estos dos hombres habían vivido esta tragedia.

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