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Peter Bouckaert • Productor

"Ocuparnos de todo nosotros mismos, correr riesgos y convencer"

por 

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entrevista: Peter Bouckaert
ficha de la película
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, primera película del periodista Nic Balthazar es también la primera película en la que Peter Bouckaert dirige completamente la producción en MMG Film y TV Production, donde trabaja desde hace siete años bajo la dirección de Erwin Provoost.

Cineuropa: ¿Cuál es la génesis de Ben X?
Peter Bouckaert: Después del libro y la adaptación para el teatro (leer la noticia), una casa de producción intentó comprar los derechos. Pero Nic quería realizarla él mismo. En aquella época yo había leído el libro, Erwin había visto la pieza de teatro. Entonces contacté con Nic con la idea de que él mismo realizara la película y nos pusimos de acuerdo. Luego nos lanzamos. Financieramente, logramos el 1,5 millón de euros de la película en un año con el Vlaams Audiovisueel Fondo (VAF), los neerlandeses de Bos Bros Film & TV Productions y el Nederlands Fonds voor de Film, la VRT - Vlaamse Radio Televisie y el sistema de incentivos fiscales, todo organizado directamente por nosotros, lo que hacemos para todas nuestras producciones, como la mayoría de los productores flamencos. El rodaje, que comenzó en octubre de 2006, duró 25 días. Rodamos durante cinco días con un equipo reducido, luego se rodó lo del videojuego, un método nunca realizado hasta ahora.

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La película parece ya prometida a un éxito garantizado…
Nic nunca había realizado una película, los temas del autismo y las novatadas de los estudiantes son temas difíciles. Era necesario convencer. Hicimos la apuesta de llegar a rodar la película accesible para todo tipo de público cuando todo llevaba a ser una película de autor puntiaguda. Hay emoción, poesía, suspense… Nos tomamos el tiempo necesario para hacerla, montarla. Tardamos mucho, ya que es una película complicada. No queríamos tampoco sacarla demasiado deprisa, para preparar bien la salida y dejar tiempo para darle publicidad, esta película lo necesita. Luego nos asociamos con varios medios de comunicación; la película estaba terminada en mayo pero nos tomamos seis meses para realizar esta campaña de marketing, en asociación con Kinepolis Film Distribution. Queríamos probar la película en un mercado donde la cultura americana se encuentra con la cultura europea. En Montreal la vieron más de 3.000 personas y, al día siguiente de la proyección, tanto la prensa francófona como la prensa anglófona, se mostraban entusiastas. Pero Ben X era una apuesta enorme, pues habríamos podido fracasar en los dos mercados: una película ni bastante arte y ensayo ni bastante hollywoodiana para el público de masas. Ben X sigue siendo una pequeña película, pero creemos que es una película “crossover” [con potencial para incursionar en otros mercados]. Y tenemos en todas partes la misma categoría de distribuidores: los que trabajan con películas a la vez exigentes pero que tienen bastante potencial para seducir al público.

Ustedes no contactan con sociedades intermedias. ¿Por qué este planteamiento es menos corriente en Valonia, en su opinión?
En Flandes, las productoras son más profesionales, saben y pueden tratar directamente con inversores potenciales, lo que permite utilizar todos los recursos del sistema de incentivos fiscales, tanto si se trata de una producción belga como de una internacional. Es también una cuestión de visión. En Valonia, las sociedades intermedias subastan las cintas (leer la noticia), mientras que nosotros elegimos hacer las cosas por nosotros mismos; es por ello por lo que se puso en marcha este sistema. También se debe tomar en cuenta otro elemento: la industria cinematográfica flamenca es muy enérgica y creativa con su propio mercado. No tenemos a Francia a nuestro lado, no tenemos un hermano mayor y debemos, en consecuencia, ocuparnos de todo nosotros solos. Los Países Bajos no tienen en absoluto la misma televisión ni el mismo mercado que nosotros, no podemos contar con ellos. Y, sobre todo, nuestro mercado, de 6 millones de habitantes, es muy pequeño, lo que nos obliga a ser muy creativos y eficaces. Poco a poco, al invertir cada euro en la película, al obligarse a más profesionalidad y al intentar, cueste lo que cueste, convencer a nuestros espectadores, lo logramos.

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