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BERLINALE 2022 Encounters

Ruth Beckermann • Directora de Mutzenbacher

"Era interesante ver lo relajados y juguetones que estaban los hombres cuando interactuaban entre sí"

por 

- BERLINALE 2022: La directora austriaca se enfrenta a hombres de diferentes edades con un polémico texto sobre las aventuras sexuales de una prostituta ficticia, y observa sus reacciones

Ruth Beckermann • Directora de Mutzenbacher
(© Ruth Beckermann Filmproduktion)

Ruth Beckermann vuelve a la Berlinale con su nuevo documental, Mutzenbacher [+lee también:
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]
, basado en las memorias ficticias de la prostituta Josefine Mutzenbacher, que supuestamente vivió en Viena en el siglo XIX. El documental se ha podido ver en la sección Encounters, donde ha sido premiado como mejor película (ver noticia). Hemos hablado con la directora austríaca sobre el concepto de la película y sobre su interés por aportar una perspectiva masculina al texto.

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Cineuropa: ¿Qué te empujó a abordar este tema?
Ruth Beckermann:
Quizá el hecho de que esté en el aire en este momento. Casualmente, el libro también se reeditará pronto. Pero también tuvo que ver que últimamente los rodajes estaban bastante parados; tuve tiempo para pensar y me vinieron a la cabeza recuerdos de mi juventud. Me decidí a convertir el material en una realidad. Para ello solo dispusimos de unos días contados de rodaje. En total, desde el inicio del proceso de investigación hasta la finalización de la película, tardamos año y medio, que es un plazo bastante corto.

Ha sido un proyecto muy lúdico. Tras un largo período de investigación, durante el cual me centré en el texto pero también profundicé en la prostitución contemporánea, en otra bibliografía y en el autor del texto, se me ocurrió este concepto tan sencillo y directo. A partir, todo se desarrolló relativamente rápido.

¿Sabías desde un principio que te centrarías en los protagonistas masculinos?
Tras mi investigación, y después de hablarlo con varias personas y a distintos niveles, me pareció bastante evidente que el texto lo había escrito un hombre, que se trataba de una fantasía masculina. Me propuse poner frente a frente a hombres de hoy en día, a los que escogí al azar, con el texto, y ver qué sucedía. Quería saber cómo reaccionarían.

¿Te sorprendieron las reacciones?
Me sorprendió lo abiertos que eran los hombres. Las mujeres suelen decir que los hombres no hablan de sí mismos, pero mi experiencia me dice lo contrario. Era interesante ver lo relajados y juguetones que estaban los hombres cuando interactuaban entre sí. Eso tampoco es que me sorprendiera mucho, pero fue agradable comprobarlo.

¿Cambió tu percepción del texto a medida que fuiste desarrollando la película?
Un texto siempre cambia cuando se lee en voz alta, y también cambia dependiendo de cómo se lea. Cuando lees un texto en un espacio colectivo y en voz alta, eso le aporta, para empezar, una relevancia social en comparación con cuando lo lees para ti mismo, en silencio. Esto cambia el texto y altera la percepción propia del fenómeno que describe.

El sofá es el único mueble cómodo que vemos. ¿Hasta qué punto era importante que el resto del entorno fuera bastante estéril?
Mi objetivo era mostrar un contexto de prueba. Me gustaban mucho las paredes de un entorno tan venido a menos. Se suponía que el sofá y el piano eran el contrapunto del edificio. Digamos que he querido reflejar algo así como un estudio con un entorno algo absurdo.

Un joven dice que está allí porque confía en ti para gestionar correctamente una cuestión tan delicada. ¿Pensaste en qué se podría haber considerado abusivo en aquellas interacciones con los hombres?
Mi intención siempre es presentar a las personas, sean quienes sean, y no exponerlas. Es una postura ética básica: ser auténtico y no traicionarlas ni engañarlas. Lo que ya no sé es si siempre lo consigo, pero tengo claro que ese es el espíritu del cine documental y de la vida en general.

¿Por qué te pareció importante utilizar una cámara fija? ¿Qué otros aspectos visuales eran importantes para ti?
Se trataba de un concepto muy desnudo que debía permitirme centrar la atención en los rostros, en el lenguaje y en el aspecto físico de los protagonistas. Esto requería una cámara fija, un equipo reducido, un largo proceso de preparación y una cuidada selección de los textos. El espacio era el adecuado eso es indudable, porque nos permitía plasmar los momentos grupales. Además había especio suficiente para 100 hombres.

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(Traducción del inglés por Marcos Randulfe)

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