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BERLINALE 2022 Encounters

Bertrand Bonello • Director de Coma

"Tener 18 años hoy... Guau. La vida empieza en un mundo que parece que está loco"

por 

- BERLINALE 2022: El cineasta francés habla sobre su desconcertante y abstracto nuevo trabajo, un mundo de llamadas de Zoom y extraños sueños

Bertrand Bonello • Director de Coma

Muchos directores internacionales cuyo trabajo se suele estrenar en festivales han hecho cortometrajes relacionados con el confinamiento durante los últimos 18 meses. Algunos han estado bien; otros confirman que Zoom, aunque útil, no es el futuro de la cinematografía. Pero Bertrand Bonello, que suele estar en la vanguardia, los ha hecho mejor y ha hecho un largometraje, no tan centrado en la situación de la salud pública, sino en cómo nuestras mentes empezaron a desgastarse en esta nueva realidad. Bonello habló sobre esto y más en nuestra charla sobre Coma [+lee también:
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, su nueva película proyectada en la sección Encounters de la Berlinale, dedicada e inspirada en su hija adolescente. 

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Cineuropa: ¿Recuerdas qué te inspiró exactamente para hacer la película?
Bertrand Bonello: Fueron dos momentos. Primero y principal, el prólogo de la película, la carta a mi hija: fue un cortometraje que hice durante el primer confinamiento para Fondazione Prada. Tuvo muchas reacciones y respuestas emotivas. Luego, tuve un proyecto de largometraje que fue pospuesto por motivos relacionados con la pandemia. Y pensé que debía intentarlo. En ese momento, estaba escuchando una conferencia de Gilles Deleuze y me quedé pensando en una frase: “nunca entres en el sueño de otra persona, puede ser peligroso”, aunque esta chica es una joven muy agradable. Así que, en ese momento, tenía la película: entraré en los sueños de otros. E imaginé la organización de la película: una chica sola en su cama, como un bote solo en el mar. Me permitió inventar diferentes mundos, diferentes texturas y hacer una película muy híbrida y estructurada al mismo tiempo, usando metraje encontrado, imágenes reales, imágenes de ordenador, conversaciones por Zoom, animaciones. 

Me parece interesante escucharte hablar sobre el personaje de Patricia Coma. ¿Está inspirado en alguien en particular?
No, en realidad no. Pero para mí, tener que crear este personaje —una influencer, blogger— fue fascinante para mí. ¿Quiénes son? Las estrellas antes eran cantantes, jugadores de fútbol, jugadores, actores: sabíamos quiénes eran. Pero, ¿estas personas? Tienen algo de poder. Pienso que un personaje como ese me permitió explorar muchas, muchas, muchas cosas. Y también usa el humor.

Tiene estos mundos diferentes y la idea es que, a medida que avanza la película, ambos se contaminen entre sí. Por ejemplo, tienes a las muñecas parlantes; es muy fácil, es como un culebrón. Poco a poco, salen algunas palabras de Patricia, y esa es la construcción de la película. Al principio, ella dice, vale, aquí está el tiempo; está vendiendo esto para la cocina [un procesador de alimentos con unas lenguas metálicas muy cronenbergianas]. Pero la chica sólo piensa en ella. Al final, no estoy seguro de que Patricia Coma exista de verdad.

¿Qué inspiró el estilo visual ecléctico de la película, que saca tan bien a la luz los requisitos narrativos de cada capa? ¿Cómo conseguiste equilibrarlos en una duración tan corta?
Es una película que se hizo con muy poco dinero, sin socios porque queríamos tener libertad total. Intenté encontrar esos conceptos que no eran necesariamente baratos de grabar, pero cuando tienes la idea de un personaje como Patricia Coma, es sólo un personaje con un trípode, no se mueve. Para las escenas en el limbo [un bosque de ensueño que recuerda a Inland Empire, de David Lynch], tenía una vieja cámara con cintas y pensé: “Vamos a intentar encontrar la textura con esto”. Todas esas cosas no eran muy caras y ayudaron a dar forma a esos mundos.

En un tono más serio, parece que has estado pensando mucho en lo que caracteriza a la Generación Z o Zoomers y el mundo en el que viven, muy influenciado por la información y la tecnología. Y en cómo pueden influir en las próximas décadas, a medida que alcanzan la mayoría de edad.
No es algo que hice a propósito, pero es cierto que Nocturama [+lee también:
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, Zombi Child [+lee también:
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y Coma ahora son una especie de trilogía. Nocturama era más política; en Zombi Child, me centré en chicas y sus historias. Aquí, en Coma, entramos en la cabeza de una. Quizás era lo que faltaba en esta trilogía. Y es cierto, me interesa mucho eso. Tengo una hija de esa edad; esa es una de las razones. Pero tener 18 años ahora, ¡vaya! La vida empieza en un mundo que parece loco. El epílogo de la película —la segunda carta— es algo muy oscuro, ya que dice que estamos entremedio. Pero también es algo que quiero decir, ya que creo en esta generación, confío en ellos. Aunque va a ser muy difícil. Es más sobre preguntas que sobre respuestas. Pero confío en su inteligencia y en su sensación del nuevo mundo.

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(Traducción del inglés)

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