11/02/2022 - BERLINALE 2022: El documental belga se centra en una joven pareja que reflexiona sobre sus vidas y sobre la naturaleza del amor

(© Avila)

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ficha de la película], de los directores belgas Olivia Rochette y Gerard-Jan Claes, se estrenó en la Berlinale de este año, en la sección Generation. Hablamos con sus directores sobre su planteamiento artístico y sus protagonistas.

Cineuropa: ¿Que os hizo querer hacer esta película?
Olivia Rochette: Ambientamos nuestra película previa en una escuela en Bruselas, en la que gente joven aprende un oficio. Seguimos a cuatro chicos que querían ser electricistas. Mientras rodamos, oímos una conversación entre uno de ellos y su novia. Estaban hablando de su relación, y de la posibilidad de vivir juntos. Queríamos explorar el tema del amor entre jóvenes.

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Gerard-Jan Claes: Estamos acostumbrados a trabajar con gente joven, y nos gusta la ambivalencia entre un enfoque orquestado y uno documental. El cine se ha convertido en algo que hacemos junto con los protagonistas. El material central es siempre su vida y sus experiencias y, esta vez, nos interesaba el contexto del amor.

¿Cómo decidisteis centraros en Lucas y Billie?
O.R.: Estábamos buscando una pareja. Queríamos que los protagonistas acabaran de graduarse y estuviesen a punto de empezar su primer año de universidad. Invitamos a Lucas y Billie a hacer varias pruebas frente a la cámara. Lucas fue muy abierto y directo desde el principio. No tenía ningún problema hablando de sus emociones. Billie, sin embargo, era más tímida: representa a un personaje más misterioso.

¿Les preparasteis para su aparición ante la cámara?
G.-J.C.: Todos los diálogos son reales y auténticos. También lo son todas las escenas. Pero para prepararse para una toma, hicimos varios ensayos, más que nada para hacer que se sintieran más cómodos frente a la cámara.

O.R.: Tuvimos que encontrar cómo trabajar juntos. Les dimos varios modelos de diálogos, para que se abriesen a la cámara y encontrasen una forma natural de actuar. Pero nada de lo que hay en la película estaba escrito de antemano.

¿Cómo desarrollasteis el concepto para la película?
G.-J.C.: Veras que nos encanta mirar a la gente. Olivia es la directora de fotografía y crea las imágenes. Usa técnicas que son adecuadas para películas de ficción. Nos gusta usar una cierta disposición y desarrollar la mise-en-scène dándole la cualidad de una película clásica, usando, por ejemplo, tomas y contratomas. Aparte de eso, queríamos explorar cómo los protagonistas lidian con sus emociones, cómo intentan sobrellevar la vida adulta. Puedes ver claramente cómo intentan encontrar su lugar en ella.

¿Acabasteis con más material del que usasteis en el montaje final?
G.-J.C.: Tenemos un elaborado y largo período de investigación para cada película, desde el primer día la cámara está encendida. Ya filmamos, probamos cosas, rodamos alguna escena. Mucho de eso no acaba necesariamente en el montaje final.

¿Cómo afectó el coronavirus a la película, y pudisteis incorporar algo de ello?
O.R.: Debido a la COVID-19, tuvimos que dejar a un lado algunas escenas. Sin embargo, nos llevó a introducir algunas interacciones vía ordenador y las imágenes grabadas en webcam.

¿Cuáles fueron los mayores retos que encontrasteis?
G.-J.C.: El mayor reto fue hacer que algo que no es espectacular al primer vistazo resultase interesante. Queríamos centrarnos en este periodo de transición en las vidas de jóvenes adultos sin introducir ningún gran drama. Era importante encontrar detalles emocionantes sobre ellos y sus amigos, contar una historia conmovedora. Tenía que ser una historia sobre cómo intentamos otorgar significado a nuestras vidas, que ofreciese algo con lo identificarse a cualquier audiencia, de cualquier edad.

O.R.: Tuvimos que encontrar un equilibrio entre lo normal, lo cotidiano, y algo interesante. Otro reto fue hacer que las ubicaciones en Bruselas, que nos la conocemos como la palma de la mano, pareciesen interesantes, y sacar algo emocionante de ellas.

(Traducción del inglés por Angélica Ramos)